¡Mea culpa! Cuando chico, la primera novela que leí de Carlos fuentes fue "La cabeza de la hidra", "un ensayo de novela negra" que me hizo considerar que su literatura era "mucho ruido y pocas nueces". Posteriormente vi la película "Gringo viejo" lo que hizo reconsiderar mi actitud frente a él: después de leer esta novelita y las buenas conciencias y Gringo viejo ya estuve en la seguridad de que me encontraba entre los grandes gigantes de la literatura contemporánea. Despuesito; las broncas entre este autor y Octavio Paz, más bien entre sus grupos; que sucedió en los setentas, para ponerle sabor al caldo. Y Luego cayó entre mis manos un cuento "El chac mool" (de sus primeros cuentos) y de ahí en adelante Fuentes se convirtió en un autor de culto, de mis preferidos.
En mi juventud, tuve la suerte, o la no suerte, de llevar cine con Sergio Olohovich quien dirigió como su primera película, una adaptación de Carlos Fuentes, posteriormente por un imbécil satanizada: "Aura" La película se llamó: "Muñeca reina". Esto fue en los setentas, pero yo no ligaba mucho la película con el autor sino con el director, mi maestro, el de la boca chuequita.
Bueno, de ahí en más que decir de Carlos Fuentes, un escritor que escribió demasiado, y en el pecado está la penitencia; muchas cosas buenas y algunas cosas que algunos pueden considerar malas, pero que forman parte de la historia y del propósito; como podría ser considerada la relación entre la doña y su hijo Enrique (Zona sagrada).
No hay que olvidar que su primera esposa fue Rita Macedo, madre de Julisa y de Luis de Llano Macedo, actriz casada en primeras nupcias con De Llano Palmer, director creativo del canal 13, canal cultural, y antes de Televisa y que después tuvo que emigrar a los EE UU. Mas eso es otra historia. Relaciono zona sagrada, porque Carlos Fuentes no era ajeno al tema.
A fin de cuentas, ¿Qué es para mí Carlos Fuentes? El segundo escritor, después de los cincuenta. (El primero lo consiguió Paz, nada más por su insistencia al Nobel, pero si Borges, ni Cortázar sacaron el Nobel, qué importancia puede tener).
Fuentes, por la profesión de diplomático de su padre, tenía una cultura cosmopolita. El mismo fue diplomático en Francia, pero no le gustó la carrera. Estudió Leyes por obligación y aconsejado por otro Junior de la historia: Alfonso Reyes, fundador de la capilla Alfonsina, y uno de los grandes del Ateneo de la Juventud, principalmente ensayista y conocedor de los clásicos.
Don Carlos vivía la mitad del tiempo en México y la otra mitad en Europa. En nuestra patria vivía y en Inglaterra escribía. (Eso lo vi en un documental). Su esposa actual, Silvia Lemus, es una excelente periodista, que nos ha dado entrevistas extraordinarias en el mundo de la cultura.
De Fuentes me encanta el manejo de la frase corta, que muchas de las veces consiste en un solo verbo; (Habiendo verbo, hay oración) Cito: "Hace poco tiempo, Filiberto Murió ahogado en Acapulco. Sucedió en Semana Santa. Aunque había sido despedido de su empleo en la secretaría". Chac Mool, inicio.
Tal vez por vivir tanto tiempo en el extranjero, creo que comenzó a ser mexicano a partir de sus quince años, exploró todos los rincones de la mexicanidad dentro de sus novelas, unas veces continuando las indagaciones comenzadas por otros, como en "El espejo enterrado" que retoma la teoría de Vasconcelos plasmada en "El Hombre cósmico"; otras, enseñándonos a ver las cosas por siempre vistas: "La región más trasparente".
En el cine, no se diga, ya con el solo hecho de haber colaborado con "El gallo de oro" de Juan Rulfo y en "Los Caifanes" de Juan Ibáñez y muchas películas más, lo sitúa en un lugar envidiable. La segunda película marcó el inicio del nuevo cine mexicano en la época de Echeverría (de las pocas cosas buenas de su sexenio, donde estuvo más adelante que arriba).
Bien ¿Qué puedo decir de Carlos Fuentes? Uno de los autores más importantes de México. Después de los cincuenta, integrante de la cuarteta Rulfo-Arreola Fuentes-Paz, a los que podríamos integrar muchos autores más, desde Fernando del Paso hasta Jorge Volpi, pasando por el otro Carlos, Monsiváis, o Montemayor, o los de la generación de la onda, más nuevecito y combatiente. Sacó todos los premios importantes en la literatura, a excepción del Nobel (ya dije que eso no importaba mucho) escritor de cine y uno de los tantos ensayistas de la mexicanidad. Setentas y ochenta cabeza de uno de los grupos enfrentados, el otro era el de Carlos Fuentes y todo lo que significó vuelta, representante de la literatura hispanoamericana, escribió también sobre futurismo político, "La silla del águila", y un novelonón, por lo extenso, "Terra nostra" ¿Así se llamaba?
Señores ligados con la educación pública y privada: éste es un autor indispensable para entender lo mexicano. (No todo son las Humer, o como se escriba.) Sin Fuentes, se quedan muchas de nuestras características en el tintero, lo mismo sucedería sin Paz y otros autores mencionados. Ellos son los que alimentan nuestra conciencia de lo mexicano, como también lo alimentan Pepe Revueltas o Payno y muchos más. El que hoy ha muerto, ya desde antes era un hito y tal vez un mito; un valor de lo mexicano.
Mi más sentido pésame a su señora y a sus hijos.
Mi más sentido pésame a México.