Marcela Pámanes, la radio inteligente
Pocas veces tengo oportunidad de escuchar radio por las mañanas, así que me pierdo la programación matutina. Ahora que estoy de vacaciones, me ha dado gusto redescubrir una programación a la que no estaba acostumbrado. La Sorpresa ha sido grata, pues me he encontrado con la conducción de Marcela Pámanes cuyos temas tratados me han parecido muy interesantes.
Uno de ellos, el liderazgo, ha salido a relucir varias veces. A mi me tocó escuchar a otro gran conocido, Federico Sáenz, hablar de ello, y también hacerlo de un tema que le apasiona el teatro, de alguna manera o de otra me hizo remontarme al pasado no tan lejano, donde en esta ciudad de Torreón estábamos acostumbrados a otras cosas, a construir, más que a destruir, donde se deseaba una ciudad para el futuro, no para éste que nos ha resultado caótico, sino para el de las grandes ciudades que merecen ser humanizadas con múltiples detalles, como estatuas, parques, eventos, actos, clubes, y todo lo que se pueda imaginar en beneficio del hombre.
Lo que aún se demuestra con esta acción diaria de la radio matutina, que el deseo de humanizarnos permanece; que no necesariamente todos los medios de comunicación masiva consideran a su público falto de inteligencia y ajeno a los grandes temas culturales como puede ser el arte, o el crecimiento personal en todos sus aspectos. He tenido la posibilidad de escuchar otras voces, como la de Carlos Reyes, exalumno mío, y admiro su propio desenvolvimiento profesional. Un poeta, como lo es él, no tiene por qué estar ajeno a la sociedad, sino por el contrario, es parte de la conciencia de esa sociedad.
Hoy por hoy, está todo por hacer y todo por descubrir, porque al parecer nuestra herencia pasada la hemos destruido, o nos la han destruido como usted quiera considerarlo. Y los que hacen son aquellos que se empeñan en demostrar que la inteligencia es capaz de proponerle respuestas al hombre en su vida cotidiana.
La vuelta al teatro, la vuelta al arte, a la literatura, al libro, a la música, la reflexión sobre temas que nos pueden dar pistas sobre cómo solucionar nuestros pequeños o grandes problemas cotidianos, es lo que muchas veces el radioescucha necesita que le recuerden; en lugar de los jueguitos tontos que las televisoras se empeñan en proyectarnos a diario y que no tienen otro sentido más que cultivar la estupidez.
Los medios de comunicación comerciales no tienen que ser tontos, ni corromper la dignidad humana para lograr audiencias. Los medios de comunicación que se dicen culturales, olvidaron su propósito para entrar en el campo de la lucha de los mercados y obtener audiencias para darle más de lo mismo que les ofrecen las otras emisoras. Por eso es de alabar estos esfuerzos que se salen de los campos trillados, que implican poca creatividad y nula inteligencia. Éste es el verdadero liderazgo, el empeñarse en hacer cosas diferentes y mantenerse ahí por la convicción que se tiene de estar haciendo bien las cosas.
Los medios de comunicación son los educadores actuales del pueblo, de la humanidad. De todas las cosas nos enteramos a través de ellos; son la guía hasta del gusto. Así como han acabado con las tradiciones (de la verdadera música mexicana las nuevas generaciones no saben nada) pueden fomentar la estética y la ética del futuro, los parámetros en los que haremos consistir la esencia del ser humano; que es mucho más que el consumir y desechar.
Hacia el futuro está todo por hacerse, y mucho más hablando de los medios de comunicación masiva mexicanos que pueden presumir toda al tecnología que quieran, pero que no cuentan con la materia gris necesaria para cumplir con esa responsabilidad educativa, cultural y hasta de entretenimiento, a la que están obligados. Lo que necesitan los medios es esa materia gris y los dueños de los medios tienen la obligación de dejarla fluir para que nos den opciones.
Esto es clamar en desierto. Por eso da gusto encontrarse con estas manifestaciones que aún cultivan la esperanza de que las cosas pueden cambiar.
Mis felicitaciones a Marcela Pámanes y a Juan Ceballos, y a todos los que integran su grupo radiofónico. Torreón tiene derecho a poseer una radio inteligente, como tiene derecho a otras tantas cosas que hemos dejado de tener.
Gracias por ese liderazgo.