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Ensayo sobre la cultura

La visión ideológica

José Luis Herrera Arce

¿Cómo se forma la ideología? Son muchos elementos, como los de la cultura. Es la visión que nosotros tenemos de la vida y por medio de la cual aprendemos a juzgar todo. Para decirlo con tropos más cercanos a nuestros días; es el programa que vamos conformando desde nuestra infancia, por medio del cual procesamos los datos que obtenemos de la realidad, y también el que nos ayuda a procesar nuestras ideas y nos lleva a conclusiones que rigen nuestras vidas.

La ideología es la base fundamental del ser humano; es lo que da sentido a su ser individual y a su ser social. Es la referencia que nos sirve para juzgar las acciones del hombre y de la comunidad. Es toda una estructura de conceptos por medio de los cuales juzgamos, definimos lo bueno, lo malo, lo injusto o lo justo, o que es la falso o verdadero de la realidad.

El sistema ideológico nos sirve para organizar a nuestro mundo y llevarlo a alguna parte aunque sea a su propia destrucción. Es el convencimiento de todas las personas para aceptar un cierto tipo de organización considerándolo como justo o como idóneo; Con ello, se acepta también el papel que cada quien juega dentro de todo el contexto y se somete a las líneas de relación que no se consideran impuestas.

Cuando uno no acepta las proposiciones de un sistema ideológico tiende a cambiarlo; se comienza con un proceso crítico que intenta convencer a los demás elementos de la comunidad para que ayuden a hacer fuerza para demostrar la falsedad de la situación. Cuando se destruye un sistema ideológico se destruye la sociedad misma y la vida de la comunidad y de los hombres que la componen deja de tener sentido, o propósito; en cierta forma se vuelve a la vida animal.

Es muy difícil que dos sistemas que difieren diametralmente de sus principios se pongan de acuerdo y puedan convivir pacíficamente ya que sus cosmovisiones se excluyen mutuamente; no cualquiera acepta el tener una verdad quiera decir que tenga toda la verdad y que puede estar equivocado en algunas concepciones; o que otro también tenga derecho a tener sus propias verdades aunque no concuerden con las suyas. Eso lo ha demostrado la historia y lo hace cotidianamente. Es el motivo por el cual surgen las guerras. Muchas ideologías se han impuesto por la fuerza.

En los momentos actuales políticos que vivimos, es nuestro pan de todos los días. Las fuerzas en luchas intentan convencernos que su punto de vista es el que tiene la razón y que el punto de vista del adversario es el que está equivocado. A través de dos versiones nos están presentando la realidad de las cosas y cada quien nos da pruebas de sus afirmaciones que a nosotros en manera personal nos hace decidir por una versión o por otra.

¿Hubo o no hubo fraude? Los hechos en si parecen no ser suficientes cuando se les considera aisladamente de quienes nos lo presentan. Las tarjetitas, ¿son o no son un fraude? Depende de quien te lo diga. El que se valió de ellas, va a demeritar el hecho diciéndote que no fue para tanto. La otra parte la va a exagerar. Cada uno de los dos va a dejar ver lo que a ellos le conviene que veas y va a esconder los datos que le perjudican.

Las ideologías te van a asustar con las proposiciones que hace el partido contrario o con lo que representan y te van a poner en los cuernos de la luna sus propias proposiciones o su visión del futuro. Cada quien tiene su visión del paraíso que te venden con tanta seguridad que se te antojan creíbles.

Y bueno, ¿en dónde está la felicidad? ¿En los estados gobernados por cada uno de las diferentes proposiciones políticas? ¿En los municipios? ¿En la integración de los propios partidos? Nos damos cuenta, tristemente de que no. Desconocemos los paraísos terrenales, así como las proposiciones que puedan remediar nuestros males; aunque cada uno de ellos nos quiere hacer creer que la tiene.

La realidad nos parece confusa, caótica, sin salida. Estamos completamente decepcionados de la vida diaria. A pesar de todo el rollo demagógico que nos venden, dejamos de creer en las palabras porque no corresponden a nuestra experiencia. Es necesario dejar de ser crédulos y tomarnos el trabajo de ser críticos.

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