Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

ENSAYO SOBRE LA CULTURA

José Luis Herrera Arce

Hidalgo

Dicen algunos que don Miguel Hidalgo y Costilla no fue el primero en levantarse, ya en el artículo anterior nos referimos a otros intentos de independencia que fracasaron.

También dicen que Hidalgo no consumó la Independencia, lo cual es cierto; más considero que eso no le quita mérito al llamado que hizo al pueblo para levantarse, motivo por el cual al final se logró el objetivo. Siguen diciendo cosas, que siendo cura tuvo hijos, como muchos curas de su tiempo, y que en algunas de sus actuaciones fue muy sanguinario.

Hasta el momento no conozco a ningún revolucionario, (excepción de Ghandi) que se haya salvado de serlo. Las revoluciones no se hacen ni con buenas palabras ni con buenas maneras, porque de lo que se trata es de quitarse todos los yugos. El enemigo no tiene tampoco buenas maneras y usa toda la fuerza para mantener al pueblo sometido.

Pueden seguir diciendo cosas; lo que si es cierto es que Hidalgo tomó la iniciativa y encabezó un movimiento que con sus méritos y sus defectos logró despertar conciencias e inquietar al país por once años hasta que se logró que se firmara el acta de la Independencia.

Si don Miguel Hidalgo no hubiese tomado la iniciativa, otra hubiese sido nuestra historia, no sé si para bien o para mal. Se trata de partir de realidades; somos lo que somos, por aquellos que nos hicieron y que arriesgaron su vida en hacerlo.

Ante todo, fueron hombres y mujeres los que actuaron en la gesta de Independencia, que estaban circunscritos en un tiempo y en un espacio determinado, con un tipo de costumbres aceptadas. En aquellos tiempos la carrera eclesiástica era de las pocas opciones que tenía una persona para sobresalir en la vida. No se entraba por vocación, sino, con el fin de obtener mejores medios de subsistencia. Lo mismo sucedía en el otro bando, en el conservador, pero eso no se dice.

El mal entendimiento entre Miguel Hidalgo y Allende es que el segundo quería meter orden en la gente que ni siquiera debió haber tenido educación, lo cual era muy difícil en las circunstancias en que se encontraban. Hidalgo permitió que la gente actuara, y el resultado era previsible. Es el pueblo quien nunca había tenido nada, y vio su oportunidad de arrebatarle algo la vida. Es la psicología de la masa. Tanto que hay escrito sobre el tema.

No se niegan los excesos. El de la alhóndiga de granaditas fue un exceso y eso sirve para satanizar a la persona. El que la gente se saliera de control también puede ser otro, como el de no someterse a un orden táctico. Pero Hidalgo no era militar y por eso no se entendió con Allende. En el pecado llevó la penitencia.

Error fue que después de derrotar a los españoles en las cruces no tomara la ciudad de México. Error fue dividir su fuerza en dos. Al replegarse permitió la iniciativa al bando contrario y ese fue el génesis de su perdición.

Por fin lo derrotaron en puente de Calderón y no le quedó más que la huída. Le quitan el mando, pero ya Allende no puede hacer Nada. En saltillo pasa la estafeta a Rayón y lo apresan en Acatita de Baján para juzgarlo en Chihuahua donde lo fusilarían y le quitarían la cabeza.

Si buscáramos un marco ideológico para esa primera fase del movimiento, no tendríamos mucha tela de donde cortar. La tela existe en Morelos, en los sentimientos de la nación y en la constitución de Apatzingan. Con lo cual podemos suponer que Hidalgo se dejó llevar más por la pasión que por el cerebro. Si pudiéramos hacer comparaciones, que éstas siempre son malas, lo asemejaríamos a Villa que se lanza a la lucha con pasión y que también habiendo tomado la ciudad de México no supo que hacer con la silla y se replegó, permitiendo que Carranza volviese a tomar fuerza y al final, las fuerzas de Obregón lo derrotaran en Celaya. Insisto, son hombres.

Aún así, sin ese comienzo la historia hubiera sido otra. Lo que se les reconoce es el arrojo, la valentía, la iniciativa. Por ello dejamos de ser colonia para convertirnos en Nación, con todos los defectos y aciertos que sabemos tener. Ellos hicieron su parte, ¿Cuál es la nuestra? Juzgar a la distancia desde un escritorio o desde los intereses de una facción está mal si no demostramos que nosotros hemos sabido hacer nuestra parte.

jolhe@hotmail.com

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 787500

elsiglo.mx