PRD. El secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, aseguró que el sol azteca está abierto al diálogo de reformas previamente discutidas.
La Comisión Nacional del PRD desautorizó ayer a su líder nacional, Jesús Zambrano, firmar en lo inmediato un pacto negociado con el PRI y el PAN.
Los perredistas inconformes condicionaron el diálogo con esos partidos a una agenda previamente consensuada por los órganos de dirección del sol azteca, hasta después de su Congreso Nacional, programado para el 15 de diciembre.
Luego de un debate de seis horas, la mayoría de los representantes de las tribus desacreditó dicho pacto, pues no pueden estar sujetos a una agenda impuesta por el PRI y PAN.
Advirtieron a Zambrano que era un desatino comprometerse a suscribir un acuerdo antes de la toma de protesta de Peña Nieto, cuando los perredistas no se quedarán "cruzados de brazos" el próximo sábado cuando asuma el cargo.
Recriminaron a Zambrano por negociar durante semanas con integrantes del equipo del presidente electo, Enrique Peña Nieto, cuando aún no han definido la línea política que asumirá su partido frente al nuevo Gobierno.
"La Comisión Política del PRD manifiesta la disposición al diálogo transparente con todas las fuerzas políticas interesadas en establecer un acuerdo que verdaderamente ayude al País. El PRD buscará un acuerdo sólo con agendas previas y procedimientos claros", indica un resolutivo avalado por ocho líderes de corrientes a favor, cuatro en contra y la abstención de Zambrano, quien no quiso acompañar a los otros dirigentes a dar un mensaje ante los medios sobre la posición institucional.
En conferencia de prensa, el secretario general del partido, Alejandro Sánchez Camacho, y otros líderes de corrientes indicaron que el acercamiento de Zambrano con el PRI fue a título personal, por lo que se conformó una comisión para que a partir de ahora ésta sea la que valore si se da alguna negociación con otros partidos y el Gobierno entrante.
Aseguró que están a favor de un acuerdo nacional, pero con ciertos criterios y no antes de la toma de posesión de Peña Nieto, sino hasta que su Congreso Nacional fije la línea política y la agenda para los próximos años.
"Era muy complicado que en el lapso de estos días se lograra un acuerdo de esas dimensiones para el país, por esta razón establecemos que la máxima instancia para resolver este tema es el Congreso Nacional.
"Hemos dicho que nuestro partido no es de grito y sombrerazo. Estamos de acuerdo en participar en el diálogo, pero no con una agenda que tenga un contenido unilateral del PRI o del PAN", añadió.
Algunos líderes informaron que Zambrano no presentó el borrador del pacto, por lo que no tienen garantías de que se está comprometiendo al partido a apoyar reformas contrarias a sus principios, sobre todo en materia económica y energética.
Guadalupe Acosta --de Nueva Izquierda, la corriente de Zambrano-- dijo que no se está rechazando un acuerdo nacional y, por el contrario, se crea una comisión para seguir con las negociaciones con el PRI y PAN.
