El presidente de Uruguay, José Mujica, envió hoy al Congreso el proyecto de ley para despenalizar el consumo de mariguana y estatizar su producción y venta, lo que causó una polémica internacional.
La propuesta, que fue presentada a la sociedad uruguaya el pasado 20 de junio, será debatida por diversos sectores sociales en las audiencias públicas que diputados y senadores realizarán antes de votarla.
El documento enviado por el gobierno explicó que “el Estado asumirá el control y la regulación de las actividades de importación, producción y adquisición a cualquier título” de la mariguana.
También, el Estado se hará cargo del “almacenamiento, comercialización y distribución de mariguana y sus derivados" e incluso será responsable de su producción, señaló.
Además, controlará la venta de la droga y creará un registro de consumidores, incluyendo a los adictos crónicos, quienes serán incorporados a un sistema especial de tratamiento médico.
Desde que presentó su propuesta, Mujica dejó en claro que el objetivo era quitarle poder a los narcotraficantes, lograr que los adictos al “paco” (la basura de la cocaína) consuman “drogas más blandas” y combatir la inseguridad.
La propuesta ha desatado uno de los debates sociales más importantes en la historia de Uruguay, donde todavía es mayoritaria la población que se niega a que éste sea el primer país del mundo en controlar el consumo y venta de drogas.
De acuerdo con las encuestas, el 60 por ciento de los uruguayos rechaza la legalización, por lo que Mujica ya advirtió que el proyecto no se pondrá en marcha sin el apoyo consensuado de la sociedad.