Contra la sequía hay decretos,
declaraciones y enunciados,
pero los recursos concretos . . .
no llegan y sí fueron anunciados.
Productores agrícolas y ganaderos
están realmente desesperados,
pero confían en que sean verdaderos
los apoyos, el federal y el de los Estados.
Hanmuerto yamuchas reses
y los campos están desolados,
la sequía es peormuchas veces
más que los cultivos “emplagados”.
La población sufre porque el agua falta
para el uso doméstico y el humano;
si no llueve pronto se darán de “alta”
enfermedad ymuerte por lo insano.
Ymientras tanto los candidatos
continúan sumediática campaña,
ignorando la difícil realidad social:
desconociendo cifras y datos;
tal parece que se autoengañan
con la crítica situación regional.
Que llegue el agua a Dios pedimos
y al gobierno económicos recursos
para superar el problema actual;
ya basta de tantos discursos:
yno digan que nos les advertimos
¡de un posible estallido social!