Finalmente el formalismo de declarar a Enrique Peña Nieto (EPN) Presidente se cumplió. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) desestimó las impugnaciones del Frente Progresista y entregó a EPN su constancia como Presidente Electo.
En anteriores colaboraciones habíamos visualizado este escenario; no sorprende. Sin embargo, nos hubiera gustado una votación dividida de los magistrados, pero seguramente a los integrantes del TEPJF no les convencieron las pruebas aportadas, que en los medios de comunicación parecían "grandes verdades" por las declaraciones algunos de los asesores de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). La unanimidad a veces no es lo mejor pues la sociedad es heterogénea y plural.
No se puede negar que en una votación presidencial, la más importante de todas las elecciones, la mayoría de los actores políticos (partidos, gobierno, medios de comunicación, encuestadores, grupos de presión) juega en el proceso político pues ello es parte de la democracia. La tarea de un partido y de un candidato es sumar a la mayor parte de ellos y hacer que jueguen para su causa. En esta ocasión AMLO aunque sumó a muchos de ellos, no logró a la mayoría. ¿Qué le faltó?
Creo que la respuesta está en el área política y no en los tribunales electorales. La clave es que somos un sistema de de 7 partidos que en la realidad es más bien tripartidista, donde la tercera fuerza electoral (en esta ocasión el PAN y en 2006 el PRI) juega un papel de "fiel de la balanza" inclinando mediante acciones el triunfo hacia un lado.
En este momento para el PAN resultó un escenario menos adverso el triunfo de EPN por obvias razones; AMLO desconoció a su actual Presidente de México ¿cómo pedir a las izquierdas su apoyo? Además el intento de acercamiento PAN-PRD entre 2009 y 2010 vía coaliciones estatales y reforma electoral no fue apoyado por AMLO.
EPN triunfó en algunos estados panistas como Baja California y Baja California Sur, Jalisco, Sonora, Sinaloa (en coalición), además el PAN decidió no impugnar la elección presidencial.
El país necesita caminar, hay que dejar atrás el proceso electoral, el nuevo Presidente de los mexicanos debe comenzar su tarea de gobierno y realizar las reformas estructurales que el país necesita. Las izquierdas deben dialogar sin negociar sus principios, es válido y respetable en una democracia, México lo requiere.
AMLO ya lo intentó dos veces y no ha podido. El líder de las izquierdas debe reflexionar; quizá ya es el tiempo de dejarles el camino a otros líderes emergentes con una visión más institucional e incluyente del Estado (Marcelo Ebrard, Arturo Núñez, Miguel Ángel Mancera, Graco Ramírez, entre otros), pero si quiere seguir vigente debe dialogar con el nuevo presidente EPN, el escenario es muy distinto a 2006.
El PRI inicia una nueva etapa en su historia con el regreso a el Poder Ejecutivo de la Nación, realmente existe incertidumbre en amplios sectores acerca de cómo será su retorno; muchos nos preguntamos si será la presidencia imperial del pasado o será una presidencia democrática que respete poderes, estados y municipios; que tome en cuenta a la ciudadanía para las decisiones políticas fundamentales; no lo sabemos, sólo el tiempo nos dará la respuesta.
El país necesita una agenda legislativa. Hay que atender la reforma laboral, la inversión y el empleo, la cuestión fiscal, el combate a la corrupción e influyentísimo (parientes en el poder y abuso de las licencias), fortalecer al IFAI (Instituto Federal de Acceso a la Información Pública) transparentar la relación entre los medios de comunicación y los órganos del Estado, la seguridad pública, el sobreendeudamiento de los estados, la atención a las víctimas del delito, el fortalecimiento del federalismo y el municipio, la Constitución del DF, las zonas metropolitanas, son cuestiones que se han rezagado por la falta de acuerdos políticos y que el país los exige.
Recientemente el presidente electo integró su equipo de transición (aún no de gabinete). Predominan por razón natural colaboradores de EPN en su tiempo como gobernador en el Estado de México. La sorpresa para algunos fue Rosario Robles la exjefa de Gobierno del DF, no obstante anteriormente ya colaboraba en el canal 34 del Estado de México. Destacan también algunos no mexiquenses, pero de alto perfil como Felipe Solís Acero, Sebastián Lerdo de Tejada, Enrique de la Madrid, Emilio Lozoya, entre otros.
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