La Promotora para el Desarrollo Minero de Coahuila (Prodemi), que sirve como intermediaria entre mineros de carbón y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se mantiene en la opacidad de presupuesto y lleva al menos un año sin aclarar irregularidades en su operación.
El organismo descentralizado no hace público el padrón de empresas a las cuales les compra el carbón para la venta a CFE. Prodemi sirve como intermediaria de mineras como la dueña de un pozo en Múzquiz donde le miércoles murieron siete personas en una explosión.
A pesar de los constantes accidentes en minas, Prodemi no exige a las empresas con las que hace negocio que cumplan con normas de seguridad. El organismo participa en la venta de alrededor de un millón de toneladas de carbón a la CFE cada año.
Además, la revisión de la Cuenta Pública de 2010 arrojó inconsistencias por 29 millones de pesos en el presupuesto de Prodemi, que la dependencia no ha aclarado.
Durante 2010, Prodemi gastó dinero en rubros para los cuales no se presupuestaron recursos. Por ejemplo, en el apartado de Gasto Financiero se destinaron 15 millones de pesos, a pesar de que no se le había asignado dinero.
2010 fue el año en que Prodemi pasó de la Secretaría de Fomento Económico al recién creado Servicio de Administración Tributaria de Coahuila, entonces presidido por Javier Villarreal, quien se encuentra prófugo por presunto fraude en la contratación de créditos.
En marzo pasado la Secretaría de Fiscalización inició una auditoría a Prodemi, pero hasta ahora no se ha informado sobre esa revisión.
Prodemi no respondió a peticiones de información sobre su presupuesto y operación, y la Auditoría Superior del Estado se negó a informar sobre las irregularidades que no han sido aclaradas.
