Crisis española. Las huelgas y protestas en general rechazan las medidas que ha tomado el gobierno español para solucionar la crisis de deuda que enfrentan, además de los problemas financieros de los bancos.
MADRID, ESPAÑA.- Su oficio es el de camarero, tiene 49 años y trabaja en el bar Prado. Sin embargo, desde hace horas se convirtió en el héroe de las protestas por los recortes puestos en marcha por el gobierno de Mariano Rajoy, del Partido Popular.
El nombre de Alberto Casillas es ahora conocido a nivel mundial debido al arrojo con el que evitó que la policía entrara a su establecimiento el pasado martes, donde se refugiaban varios manifestantes cuando los enfrentamientos subieron de tono.
Y es que su acción fue captada por los medios internacionales en fotografías y videos, mismas que ya han sido empleadas por los usuarios de las redes sociales para realizar una suerte de homenaje a este hombre, quien ya es una de las mayores celebridades en España.
EL MIEDO LO AYUDó
"Me daba miedo que se montara una masacre si entraban. Dentro se había metido una marea de gente: viejos, niños... Y los policías no parecían tranquilos", relata Casillas al diario El País.
Hoy este camarero con casi medio siglo de vida entiende el simbolismo de su acto y lo que representa para todos los inconformes que desde hace días salen a las calles para manifestar su repudio contra las duras medidas tomadas por el gobierno para intentar paliar la crisis.
Casillas consiguió darse un breve descanso de sus labores cotidianas en el bar Prado. En las últimas horas ha coleccionado todas las fotos suyas que ha encontrado en la prensa. También se toma fotografías con los comensales y las personas que acuden a su establecimiento sólo para conocer al 'héroe de las protestas'.
MUJER INMIGRANTE
Según el diario El País, Alberto tiene dos hijos y una mujer venezolana. Vivió en ese país sudamericano hasta hace 5 años, cuando sus negocios comenzaron a encontrarse con problemas.
Le asegura al periódico ibérico que cuando vio la multitud corriendo hacia su bar necesitó sacar fuerzas de flaqueza. "Traían unas caras de terror huyendo de los palos. Eso no puede ser. Yo me planté luego delante de los policías y les dije que no iban a entrar".
En las redes sociales y buscadores de internet sólo es necesario escribir su nombre para encontrarse con imágenes, videos y reportes noticiosos sobre su hazaña.
"Yo soy del PP, pero lo de la policía fue un exceso", concluye.
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