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Espejo de vida, ventana interior

JÓVENES COLUMNISTAS

GUADALUPE GONZÁLEZ PINEDA

Hay artistas que trascienden por la magnificencia de sus obras. Otros por lo peculiar de sus vidas, pero cuando ambos factores se entrelazan, tejen una historia donde la realidad fácilmente puede confundirse con un texto de la literatura fantástica.

Un joven de nombre Vincent Willem van Gogh, al que varios años después de su muerte se le conocería como un maestro de la pintura post-impresionista.

La vida de Vincent se ve reflejada en su obra de una manera tangible, que las mismas pinturas hablan por sí solas. Si bien, su faceta de pintor estuvo precedida por la fe ciega de un pastor religioso, la angustia de un marchante de arte con poco futuro y el amor no correspondido de las damas que pretendía. Su vida tomó sentido en la medida que se apasionaba con la pintura. Tuvo un encuentro con los impresionistas, tan frescos y novedosos. Que encaminan parte de su obra, sin embargo, la paleta de colores especialmente en la última faceta de su trabajo contrasta con tonalidades azules y amarillos, lo que lo diferencia del movimiento, además de los temas que maneja. Y la pincelada característica que llena de movimiento sus obras.

Es interesante conocer que en su vida no vendió más que una obra, a pesar de que tuvo los periodos de frenético trabajo donde podía pintar 40 cuadros en un lapso de un mes. Lo cual indica, que todo su sentimiento lo canalizaba en la pintura, como bien lo notó su médico el Dr. Gachet, quien aparte de facilitarle hospedaje, lo recetaba a menudo.

Es de resaltar que la pintura es parte de algunas terapias, pero en el caso del pintor, se volvió un refugio que le aliviaba la ansiedad, pero que a su vez absorbía gran parte de su energía. En su estancia en el hospital Saint Paul-de-Mausole, de los temas que más prefería sobre todo, eran los cipreses que rodeaban el lugar, algo tan cercano a su persona. Esta particularidad de su obra, es muy característica de él, ya que pinturas grandemente valoradas, son con temáticas cotidianas; la habitación del artista, los comedores de patatas o un par de botas, son ejemplos de ello y es algo que perdura a lo largo de su vida artística, pero de lo que podemos tomar datos biográficos muy interesantes e importantes. Ya que tenemos una óptica desde el autor, de sus vivencias de lo diario, así que cada pintura es una parte de la biografía de su persona, y una descripción del entorno en que vivió.

La obra de van Gogh, interesante y enigmática de ver, es para dedicarle tiempo y percibir los detalles que revelan, en gran medida la vida de un hombre que ratos agradables son contados y que los momentos culmen de su vida quedaron plasmados en las pinturas mas contrastantes y biográficas de su repertorio.

Así que, al ver sus pinturas, ellas nos pueden contar, la vida del hombre, que está detrás del velo de la mitificación, ese quien dejo su historia escrita a pinceladas, donde la genialidad, la angustia y la sensibilidad se reúnen en un mismo caballete.

El Campo de trigo con cuervos, la nota suicida al óleo que dejó, es quien da testimonio del final de una vida en soledad.

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Escrito en: jovenes columnistas

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