Hasta 18 meses. Una larga espera tienen que padecer los pacientes que requieren un donante de riñón.
A estas fechas, se encuentran 50 duranguenses en espera de un donador de riñón debido a distintas enfermedades que padecen, de acuerdo a los registros con que cuenta el Hospital General de Durango.
De acuerdo a la experiencia, muchos tendrán que hacerlo más de un año, reconoce Armando Flores Álvarez, director del centro hospitalario.
Explicó que según lo observado en casos anteriores, algunos pacientes que están a la espera de un donador de riñón, llegan a durar hasta un año y medio para obtener buenas noticias sobre un donante compatible.
Lamentablemente en esa espera, sobre todo los pacientes más delicados y que presentan insuficiencia renal, empeoran de manera considerable o "algunos llegan a morir", reconoce el galeno.
Actualmente el Hospital General tiene en lista de atención a alrededor de 300 personas que padecen insuficiencia renal en distintos grados, pero no todos requieren un trasplante de riñón. Sin embargo, se requiere una atención especial en estos casos para evitar consecuencias posteriores y que después se vean urgidos por un nuevo órgano.
El mayor problema que padecen las personas que sufren esta enfermedad es que el tratamiento para la insuficiencia renal suele ser muy caro: gastan hasta de cinco mil pesos por semana en medicamentos y material, lo que provoca que muchos busquen la manera de afiliarse al Instituto Mexicano del Seguro Social o al Instituto de Seguridad y Servicios Soociales para los Trabajadores del Estado.
"Tener una seguridad social que le ayude con el medicamento", define Flores Álvarez.
Quienes no logran afiliarse a una seguridad social y no pueden pagar su tratamiento, "lo abandonan por lo caro que resulta y al rato son candidatos a trasplante de riñón o fallecen en ese tiempo", comenta.
Explicó que entre las principales razones que provocan la insuficiencia renal, está principalmente una diabetes mellitus mal tratada, sobre todo cuando el paciente diabético no quiere seguir al pie de la letra las indicaciones médicas sobre su enfermedad.