Colocado de cara a la anécdota como un simple error de dedo del operador de una minúscula intermediaria bursátil, lo ocurrido el viernes pasado, por cierto viernes 13, en el piso de remates de la Bolsa Mexicana de Valores, está provocando un escándalo de proporciones mayúsculas.
Del tamaño de éste habla el que por primera vez en la larga historia del organismo se anularon operaciones en firme por decisión del presidente de éste, Luis Téllez, en ejercicio de supuestas facultades de las que carece.
La ola arrastra también al presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Guillermo Babatz Torres y de pasadita a la pobreza de las reglas con que opera el mercado de valores, que le permite a una intermediaria con un capital de sólo cinco millones de pesos realizar operaciones de tres mil millones en juego.
Estamos hablando de la Casa de Bolsa Bulltick, es decir la responsable del enredo que provocó una caída dramática en el Índice de Precios y Cotizaciones en los últimos 15 minutos de la jornada bursátil de hace una semana.
La intermediaria, fundada por el ex accionista principal del desaparecido banco Inbursa, José Madariaga, respaldaba su acción en la casa de bolsa Invex, en calidad de liquidadora.
Aquí tiene usted la crónica de los hechos.
En la prisa por realizar una operación de compra de un paquete de acciones, el operador de la casa de bolsa Bulltick se equivocó de tecla, pulsando una que permite la realización de operaciones mayores.
La cobertura alcanzaba a la totalidad de los papeles de las emisoras que integran el Índice de Precios y Cotizaciones, con una oferta de 43.50.
Naturalmente, las intermediarias que participaban en la sesión se apresuraron a comprar aquellos valores que cotizaban por abajo de ese precio, colocándolos de inmediato en venta para hacer efectiva una ganancia que les caía como regalo del cielo.
El violento vaivén de último minuto provocó nerviosismo entre los operadores del Instituto del Depósito de Valores (Indeval), cuyo director corrió a la oficina del presidente del organismo, Luis Téllez, con una noticia que parecía aterradora: Existe una pérdida para la cámara compensatoria de dos mil millones de pesos, lo que provocaría el estallido de ésta.
Téllez bajó corriendo al piso de remates, llamándole en el camino al presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Guillermo Babatz, para alertarlo del operativo.
Éste ofreció acudir de inmediato.
Sin embargo, en el intermedio el dirigente del mercado bursátil tomaría la decisión inédita de cancelar las operaciones realizadas, lo que provocaría la profundización del caos.
Del tamaño del desbarajuste habla el que el organismo, horas después, no tenía cifras exactas del nivel real alcanzado por el Índice de Precios y Cotizaciones.
La paradoja del caso es que el quebranto real, regresadas las aguas a su cauce, habría sido de 250 millones de pesos, de los cuales la casa de bolsa Invex debía pagar, de acuerdo a las reglas, 14.
El día hábil siguiente, es decir el lunes, un escueto comunicado de la Bolsa Mexicana de Valores hablaba de una suspensión a la casa de bolsa Bulltick, filtrándose en paralelo que ésta estaba por traspasar su licencia a un tercero.
Lo cierto es que de acuerdo a la ley que regula el mercado, la suspensión no puede ser definitiva.
Y lo cierto, además, es que aunque los directivos del organismo intentan minimizar el incidente como uno más en la vida, está latente la posibilidad de que las casas de bolsa beneficiadas con la inaudita oferta colocada en la pizarra demanden a ésta por cancelar las operaciones.
La parte más grave, sin embargo, es la pérdida de confianza de los inversionistas en la seriedad del mercado.
O qué, ¿se vale lanzar a la mesa una carta y luego arrepentirse?
El escándalo apenas empieza.
BALANCE GENERAL
Atribuida parte de la responsabilidad en el accidente que le costó la vida al secretario de Gobernación del inicio del sexenio, Juan Camilo Mouriño, a una falla en los radares del organismo Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam): ¿Se acuerda usted que el minúsculo Lear Jet en que viajaba el funcionario se descontroló al meterse en la ruta de aterrizaje de un colosal Jumbo Jet de Aeroméxico?, hete aquí que las fallas se mantienen intactas.
De acuerdo a los propios trabajadores del organismo éstas se presentan con mayor frecuencia en los Centros de Control de Tránsito Aéreo de Aproximación de Tijuana, Guadalajara y el Bajío.
Y si le seguimos, en Mérida, desde donde se controla el tráfico del sureste del país, se han registrado 43 falsas alarmas en lo que va del año.
Los trabajadores hablan de desprecio al Sistema de Control de Calidad por parte del director general del organismo, Ever Molina Carrillo.
A su vez, acusan al director general adjunto de Tránsito Aéreo, Félix Rodolfo Olivares Castro, de ordenar a los supervisores de los centros y torres de control de no reportar incidentes y fallas de los equipos.
¿TÚ TAMBIÉN IMSS?
Calificado por el Instituto Federal Electoral como una violación a la Constitución el envío a los causantes fiscales de cartas firmadas por el presidente Felipe Calderón, enlistando una serie de "logros" de su gobierno en plena temporada electoral, hete aquí que no fue el Sistema de Administración Tributaria la única que colocó en la mesa su listado para la promoción.
También el Instituto Mexicano del Seguro Social.
La misiva enviada a los supuestos derechohabientes de éste tiene en su parte derecha la leyenda: "Del escritorio del C. Felipe Calderón Hinojosa, presidente de los Estados Unidos Mexicanos":
El texto habla de que en los últimos cinco años se han construido mil hospitales y clínicas totalmente nuevas, "y hemos restaurado y remodelado otros dos mil 200 en todo el país, en un esfuerzo histórico por tu salud y la de tu familia".
A continuación se señala que "se ha realizado la adquisición de (sic) equipamiento médico más importante de su historia".
La carta lleva la rúbrica, es decir las iniciales en tinta, del Ejecutivo.
El problema, en el ejemplo que tenemos en el escritorio, es que el destinatario murió, ¡válgame Dios!, hace 28 años.
El comentario se lo dejo a usted.
¿Y EL CNI?
Colocado como una suerte de panacea para estimular proyectos públicos de gran magnitud con el consenso de las firmas constructoras y los bancos que las financian, hete aquí que el Consejo Nacional de Infraestructura resultó llamarada de petate.
Aunque oficialmente no ha desaparecido, desde el 2006 sólo ha sesionado una sola vez.
El organismo fue creado por el gobierno foxista en el 2003.