Una antigua estatua budista que fue traída del Tíbet por una expedición nazi a Alemania poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial fue tallada en un meteorito que se estrelló contra la Tierra hace miles de años. Aunque suena a trama de una película de Indiana Jones, parece no ser fantasía, según expertos europeos que difundieron sus investigaciones en la edición de este mes de la revista Meteoritics and Planetary Science. Elmar Buchner, de la Universidad de Stuttgart, dijo que la expedición Schaefer trajo la estatua a Alemania La estatuo los pudo atraer por la cruz que carga en su mano izquierda.