Aulas. En las aulas móviles la temperatura es mayor a los 40 grados centígrados, y los alumnos están desesperados.
Mientras Martín escribe, el sudor corre por su frente. Con su cuaderno se echa un poco de aire, pero ni así siente menos el calor. En el aula móvil de lámina, él y sus compañeros se sienten sofocados porque la temperatura es mayor a los 40 grados centígrados.
En la Secundaria de Nueva Creación de la colonia Monte Real, sólo hay aulas móviles que se convierten en "hornos" en esta temporada: no cuentan con aparatos de refrigeración, en el patio no hay ni un árbol que dé sombra y menos agua para tomar.
Así, dice Martín, es difícil concentrarse en lo que dice la maestra, y peor si tampoco hay pupitres para sentarse y por eso deben escribir con el cuaderno en las piernas.
"Tenemos calor, nos sofocamos. No tenemos pupitres y terminamos bien cansados de estar sentados en el suelo, nos duele la espalda", dice Martín Iván Canales Ávalos, alumno de la secundaria.
Martín sólo quiere que las autoridades educativas construyan la secundaria para tener salones con pupitres y aire acondicionado, pero el Ayuntamiento de Torreón aún no cumple su promesa de liberar el terreno.
"No hay dónde tomar agua en la escuela, terminamos todos sedientos. Tenemos mucho calor, está muy feo, nos la pasamos sude y sude porque se siente bien bochornoso", comenta Edson Jesús Martínez, alumno.
La maestra Nayeli Esparza dice que dar clases entre la tierra y el calor es muy difícil porque a los alumnos les cuesta mucho trabajo concentrarse, "los niños se desesperan demasiado, por lo mismo se ponen inquietos".
En la secundaria hay un promedio de 180 alumnos y todos comparten un sanitario. Para beber agua, recurren a una llave de paso de una casa que los maestros rentan para usarla como dirección.
"Ojalá las autoridades educativas nos den las condiciones para que los alumnos y maestros podamos trabajar como debe ser. Cómo les podemos pedir a los jóvenes que salgan bien en los exámenes o pongan atención a la clase si el calor los distrae, es muy difícil que se concentren", señala Nayeli Esparza.
40
GRADOS
se sienten en el aula móvil de lámina donde los alumnos asisten a clases.
