Estados Unidos admitió ayer que asistió el pasado diciembre al consulado de Venezuela por "problemas menores de seguridad", pero negó rotundamente que se trataran de "amenazas" contra su personal, como ha denunciado el gobierno de Chávez. "En diciembre, asistimos al consulado con algunas preocupaciones menores sobre su seguridad, pero desde entonces no hemos recibido nuevas peticiones de ayuda", dijo el portavoz adjunto del Departamento de Estadp , Mark Toner, en su conferencia de prensa diaria tras las declaraciónes de Chávez.