Estados Unidos instó hoy a China y Japón a que logren por la vía diplomática una salida a la actual crisis por la soberanía de un conjunto de islas, al tiempo que anunció el despliegue de un sistema de defesa antisimiles en suelo nipón.
“Estamos inquietos por las manifestaciones y el conflicto por las islas Senkaku”, dijo el secretario estadunidense de Defensa, Leon Panetta, de viaje a Tokio, en referencia al conflicto que amenaza con dañar los lazos entre las dos potencias asiáticas y que ha provocado manifestaciones masivas en China.
“Es importante que se ponga en práctica la vía diplomática, de ambos lados, para tratar de responder de forma constructiva a las cuestiones”, agregó la fuente, que se encuentra en el inicio de una gira por Asia que le llevará esta semana a China y Nueva Zelanda.
Ello coincide con la peor crisis bilateral entre Japón y China en varios años, causada por la disputa por la soberanía de las islas Diaoyu o Sensaku (como las conocen China y Japón, respectivamente), nacionalizadas la semana pasada por Tokio, lo que provocó una dura respuesta por parte de Pekín.
China, que ha dicho que no cederá “un milímetro del territorio”, desplegó media docena de barcos de vigilancia en la zona, mientras en todo el país se extienden las manifestaciones anti-japonesas más multitudinarias en décadas.
El gigante asiático, que considera las islas parte de su territorio, también criticó a Estados Unidos, después de que un oficial del departamento de Estado filtrara a la prensa japonesa que Washington apoya a Tokio en sus acciones, aunque en público la Casa Blanca lo ha negado.
Los expertos estiman que las islas Senkaku están dentro del paraguas de seguridad establecido por el Tratado de Cooperación y Seguridad entre Estados Unidos y Japón, firmado en 1960 y que prevé una eventual intervención estadunidense en caso de agresión extranjera contra esta nación.
En este sentido, Panetta subrayó hoy que Washington sigue comprometido con la defensa de Japón, al tiempo que los dos aliados anunciaron un nuevo acuerdo para instalar un nuevo sistema antimisiles en el archipiélago nipón.
“Respetamos las obligaciones que tenemos por nuestros tratados. Existen desde hace mucho tiempo y no cambiarán”, dijo Panetta, en referencia a los 47 mil soldados y varias bases estadunidenses en territorio nipón.
En este marco, Panetta y el canciller japonés, Koichiro Gemba, anunciaron un acuerdo para desplegar un segundo sistema antimisiles dotado fundamentalmente de un nuevo radar en territorio japonés.
Panetta dijo que el nuevo radar –que se sumará al conocido como AN/TPY-2 que actualmente se encuentra en Shariki- tiene el objetivo de “mejorar la capacidad de defender Japón”.
Aunque el responsable estadunidenses, que mañana visitará China, aseguró que este nuevo radar no está destinado a vigilar al gigante asiático, sino a Corea del Norte, los expertos estiman que el objetivo del Pentágono es crear un sistema de defensa en Asia similar al que se construye en el Golfo Pérsico.