Hachas en mano, los aficionados no pararon de alentar a sus Guerreros. (Foto de Ramón Sotomayor)
Al fin la cuarta estrella de Santos Laguna brilla en el cielo de la Comarca. Después de dos años y medio de lucha incansable y de una fe ciega e inquebrantable por parte de la afición en sus Guerreros, el grito de ¡Santos, Santos, Campeón! se escuchó por primera vez en el nuevo Estadio Corona.
Santos Laguna puso fin anoche a la racha de 12 títulos consecutivos del técnico Víctor Manuel Vucetich, el "Rey Midas'' del futbol mexicano, que perdió en tierras laguneras su aureola de finalista invicto.
Los Guerreros cobraron venganza anoche de la derrota sufrida el pasado miércoles 25 de abril en la final de la Concachampions 2011-2012 en su propio estadio, y ahora conquistaron el título de Campeones del Clausura 2012, que se les había negado en tres ocasiones.
No cabía un alfiler anoche en el Estadio Corona, que registró un lleno completo, más de un noventa por ciento de los aficionados asistentes portaban orgullosamente la camiseta del Santos Laguna y su apoyo se hizo presente desde minutos antes del partido, cuando se dio a conocer la alineación de los Guerreros, cuyos nombres fueron coreados por más de 30 mil aficionados.
La euforia estalló en las tribunas cuando los dos equipos salieron a la cancha al mismo tiempo para cumplir con el protocolo de la batalla final, los jugadores de Santos Laguna salieron en mano cadena encabezados por su capitán Oswaldo Sánchez.
El Himno Nacional se cantó con respeto y antes del inicio de la batalla final los Guerreros hicieron team back para refrendar el compromiso de entregar el corazón en la cancha y luchar hasta el último minuto por el título.
El ambiente en las tribunas era impresionante y el grito de ¡gol! se escuchó al minuto cinco cuando Daniel Ludueña penetró en la muralla regiomontana y con un disparo de pierna derecha venció a Jonathan Orozco, el festejo fue en grande, la ilusión de la cuarta estrella empezaba a brillar en el cielo lagunero.
La afición local vivió a partir de ese momento cada jugada con gran intensidad, tanto cuando Santos Laguna atacaba o cuando había peligro en la portería de Oswaldo Sánchez.
En la cancha el ambiente se calentaba con las reclamaciones y berrinches de Humberto "Chupete'' Suazo, sin embargo, los jugadores laguneros no se enganchaban con el chileno.
El grito de ¡Santos, Santos! fue permanente en las tribunas, el segundo tiempo inició entre una nube de humo verde y blanco para adornar el escenario, que se agigantó al minuto 55 cuando Oribe Peralta en una jugada de contragolpe anotó el 2-0 y el grito de ¡Santos, Santos! se multiplicó en las tribunas y las banderas verdiblancas ondeaban en lo más alto de la Casa del Dolor Ajeno.
Aldo de Nigris ilusionó a Rayados cuando acortó distancias en el marcador al minuto 78, sin embargo no hizo mella en el ánimo de la afición lagunera que desde minutos antes coreaba el ¡ole, ole! cada vez que los guerreros hilvanaban una serie de pases.
Los últimos minutos del encuentro fueron dramáticos, con un Monterrey que buscaba afanosamente el gol del empate, y un Santos Laguna que resistía estoicamente los embates de los Rayados.
Justo al minuto 45 del segundo tiempo, el árbitro central Roberto García Orozco hizo sonar su ocarina y el festejo de la cuarta estrella dio inicio en las tribunas y la afición enloqueció con el cuarto campeonato conquistado por los Guerreros, primero que obtienen en el nuevo Estadio Corona. ¡Felicidades!
