Buscan crear una autoridad central que ‘enderece’ el sistema bancario emproblemado. (ARCHIVO)
Europa encara un mes crucial. Su economía se contrae a pasos agigantados ante el peso de la crisis de la deuda soberana, que amenaza la economía global. Ahora, su banco central ha decidido no intervenir, con la esperanza de que los divididos dirigentes europeos decidan actuar.
Los analistas sostienen que el Banco Central Europeo no variará su arma monetaria más poderosa en la reunión del miércoles de su consejo de 23 miembros. No se pronostica una reducción en su tasa de interés de referencia, ya en la cifra récord del 1%. Y son pocas las posibilidades que brinde préstamos a precios irrisorios a los bancos en apuros, tras haber inyectado en el sistema bancario 1 billón de euros (1.4 billones de dólares) en diciembre y febrero.
El presidente del BCE, Mario Draghi, quiere que líderes como la canciller alemana Angela Merkel, el presidente francés Francois Hollande y el presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso forjen un plan para salvar el euro en su cumbre del 28 y 29 de junio en Bruselas. Entonces, dijeron los analistas, Draghi y el BCE podrían inclinarse por intervenir con premura, quizá en julio.
El pasado miércoles, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, la Comisión Europea, pidió a los políticos que creen una autoridad central con poder y fondos suficientes para enderezar el aquejado sector bancario. Al día siguiente, Draghi dijo que la eurozona es "insostenible" y pidió una profunda reforma que reconsidere todo lo hecho desde su lanzamiento en 1999.
"Disipen la niebla", pidió a los miembros del Parlamento Europeo en Bruselas.
"El BCE está harto de ser el bombero de la eurozona y al parecer prefiere ahora mantenerse al margen", dijo el analista Carsten Brzeski, de la firma ING en Bruselas. "Parece que el BCE quiere mantener la presión al máximo ante la inactividad de los políticos".
Menos crecimiento
La economía de la región podría contraerse más del 0.3% pronosticado por los analistas. Si Draghi y el consejo gobernante ven resultados factibles en las medidas adoptadas por los dirigentes políticos europeos para la cumbre del Viejo Continente en junio, podrían sentirse inclinados a aportar más ayuda. Entre las medidas que podría ofrecer el BCE destaca la adquisición directa de bonos soberanos, lo que elevaría su precio y reduciría sus intereses. El BCR lo hizo de forma intermitente para respaldar a España e Italia hasta fines del año pasado. Empero, la naturaleza limitada del programa no impresionó a los mercados. El presidente del gobierno español Mariano Rajoy y muchos economistas propusieron que el fondo de rescate de la eurozona ayude directamente a los bancos con nuevas inyecciones de dinero, algo que parece improbable tras las sumas invertidas ya con ese fin.
Juego peligroso
Los 17 países que integran la zona euro enfrentan un juego arriesgado y delicado:
⇒ Los bonos españoles a 10 años se han acercado al 7%, lo que dificulta el pago de su deuda soberana a medida que vence.
⇒ España puede seguir el camino de Grecia, Irlanda y Portugal.
⇒ La quiebra de España, el colapso bancario o la salida griega del euro podrían generar una recesión global.