Protestas. Ayer en Atenas se vivió una jornada intensa de manifestaciones por los recortes.
Los líderes europeos intentarán trazar el jueves la senda del crecimiento económico en el Viejo Continente como forma de combatir el elevado desempleo entre las 17 naciones de la eurozona, en niveles récords ahora desde la adopción del euro.
Aunque la reunión cimera de dos días comienza en medio de una calma relativa en los mercados financieros, los europeos han sentido el pleno impacto de las medidas de austeridad y la incertidumbre económica en los últimos tres años.
Las nuevas estadísticas indicaron que el desempleo en los 17 países de la eurozona llegó en enero al 10,7%, el mayor nivel desde la adopción del euro en 1999. A principios del 2008, el paro seguía bajando y oscilaba en torno al 7%. El desempleo juvenil fue del 21,6% el mes pasado, y el des España el 49,9%.
Los políticos de toda Europa han recurrido al fomento del crecimiento y el empleo como nueva consigna, aunque hasta ahora con pocos resultados. Muchos economistas quieren que los gobiernos dejen de reducir el gasto público ante la llegada de otra recesión, por creer que nuevas reducciones debilitarán aún más la economía, empeorando la crisis de la deuda soberana.
"Esta crisis y algunos de sus remedios han hecho peligrar la cohesión social. Incluso podría dañar la idea misma de una Europa, dijo el presidente de la UE, Herman Van Rompuy. "Por ello debemos combatir las desigualdades y la pobreza".
Las protestas contra las medidas de austeridad -algo común en países como Grecia y España- se propagaron al resto de Europa la víspera de la cumbre. Muchos europeos creen que las recientes gestiones del bloque y el Banco Central Europeo han beneficiado solamente a los bancos e inversionistas, muestras los ciudadanos ordinarios siguen sufriendo.
Empero, los líderes políticos pronosticaron que el aumento del gasto público no fomentará el crecimiento económico.
"El comentario general que oigo es que "si los tiempos vienen duros, no es necesaria la austeridad, opinión que no comparto", dijo el primer ministro holandés Mark Rutte.
"Las finanzas de gobierno deben ser reducidas para dar confianza a los mercados, a los inversionistas, a sus propios ciudadanos para que gasten con juicio. Por ello queremos tener ordenado nuestro presupuesto", dijo Rutte.
Incluso el gobierno francés, en medio de una campaña presidencial, rechazó emplear el gasto público como herramienta para salir de la crisis.