Objetivo. La valoración de la capacidad de los maestros debe ser para promover mejoras en ellos, que a su vez impacten en el estudiantado.
La evaluación universal que se aplicará en junio próximo al magisterio debe ser realmente un diagnóstico para detectar las áreas de oportunidad de todos los docentes del país y no una acción de exhibición, consideró el diputado local Dagoberto Limones López.
El Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), accedió de forma tácita a esta evaluación ya que hay disposición de aceptar errores y asumir consecuencias, con miras a la capacitación y actualización.
Sin embargo, hay cierto malestar en los maestros, debido a que si bien no se da a conocer de manera personal, las fallas que tiene cada uno, con miras a la superación, se tiene previsto dar a conocer los resultados en el ámbito público.
"Se trata pues de tener un diagnóstico que permita planificar mejor a la Secretaría de Educación Pública, o simplemente es una medida para exhibir a los educadores", refiere Limones López.
PREPARACIÓN
Refirió que un maestro considera que al ser evaluado, se le debe entregar su resultado para que vea de que manera se debe conducir y de que manera puede mejorar.
Si con el examen se pretende encontrar debilidades, es más importante contar con los mecanismos para erradicarlas y fortalecer al magisterio y la exhibición nada aporta.
Y es que además es evidente que los índices de actualización, la preparación y las herramientas de las que se ha dotado a los maestros por años, son obsoletos, por lo que realmente se necesita hacer algo, pero que sirva directamente a docentes y alumnos.
