Exigen esclarecer muertes en mina
Más de 500 trabajadores de la mina VII de Minerales Monclova S.A. (Mimosa) en el municipio de Progreso, exigen que se aclare la muerte de seis mineros ocurrida el pasado viernes tras un derrumbe y que se reanude el trabajo en el lugar.
Los obreros, quienes laboran en los turnos de tercera y primera, están enardecidos porque ya pasaron cuatro días del accidente y los directivos no les dan ninguna explicación.
En total son mil 100 mineros, de los tres turnos, que viven en la incertidumbre pues temen quedarse sin empleo.
Dijeron que no es cierto que la mina esté clausurada, como lo señaló la secretaria del Trabajo federal, Rosalinda Vélez, porque la gerencia está bajando cuadrillas para la limpieza y bombeo, pues hay muchos veneros y tienen que estar bombeando constantemente para sacar el agua y evitar inundaciones.
Comentaron que la mina es muy grande y reiteraron que tenían varios días avisando a los supervisores que había mucho gas, pero no les hicieron caso.
Insistieron en que se esclarezcan las causas del fallecimiento de sus seis compañeros, quienes fueron aplastados por 100 toneladas de carbón y escombro la mañana del viernes por un "caído" (derrumbe).
DESCONOCEN A SINDICATO
Trabajadores de la mina VII desconocieron ayer martes a la dirigencia del sindicato que les representa, aseguran que es "un sindicato blanco" que está al servicio y los intereses de la empresa y no de ellos.
A nombre del grupo, José Ignacio Navarro solicitó el apoyo y respaldo de la dirigencia del sindicato minero nacional, de Napoleón Gómez Urrutia, porque no hay quién defienda sus derechos, y pidió la solidaridad de las más de 100 secciones mineras de todo el país.
Más de 500 carboneros están apostados frente al portón, el acceso principal a la unidad VII de Mimosa; a gritos demandaron justicia y que las autoridades aclaren la muerte de sus seis colegas.
Exigieron también una investigación minuciosa sobre las condiciones en que opera la unidad extractiva y pidieron que la haga personal de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) federal y gente del Sindicato Minero Nacional. Hace cuatro días que está paralizada la unidad extractiva y nadie les aclara nada, los directivos ni siquiera los quieren recibir.
Desesperados ante la incertidumbre de que no se subsanen las irregularidades y falta de medidas de seguridad e higiene en el yacimiento y ante el temor de quedarse desempleados, gritan consignas a los directivos: "Ustedes comen carne y nosotros puros huevos, porque los frijoles están muy caros".
"El viernes, cuando por un derrumbe murieron los seis compañeros, nomás faltó una chispa para que explotara la mina", afirmó vía telefónica el operario minero José Ignacio Navarro, al considerar que la tragedia pudo ser mayor.
"Dicen que esta es una mina muy segura, pero son puras mentiras, siempre estamos en peligro por el gas metano, porque sólo se polvea una parte (con polvo inerte) y lo demás no", sostuvo.