Expo lo que busques
Sumergirse en el mundo de las expos es impresionante. Hoy en día se pueden encontrar eventos dirigidos a todo tipo de sectores y segmentos de negocio: bodas, cómics, empleo, tatuajes, bebés, construcción, belleza, seguridad y más. ¿Se ha preguntado cuál es su razón de existir?
Lo ha notado: cada vez es más común enterarse de que en su ciudad (y en todo el país) se realizan expos, expo-ventas, ferias o convenciones para casi todo lo imaginable. En periódicos, radio, televisión, redes sociales y hasta anuncios espectaculares, circula la publicidad de estos eventos que han llegado a abarcar prácticamente todo rubro de bienes o servicios.
Una exposición “es como un filtro en el mercado”, señala Blanca Valdez, organizadora de este tipo de actividades. El objetivo es cubrir en un mismo lugar y hora todas las necesidades de un consumidor determinado, ya sea un coleccionista de cómics, un amante del sexo, la persona que busca alternativas para estudiar una maestría, y en sí cualquier individuo interesado en evaluar opciones para una compra específica.
Las expos tienen diferentes enfoques. No todas pretenden vender, algunas se preparan con fines de divulgación científica, altruista o social. Así, la de tipo científico es aquella en donde un grupo de especialistas muestra hallazgos en determinada materia (Astronomía, Biología, Química). Las de carácter altruista o social intentan impulsar una propuesta, concienciar a la población sobre un asunto en concreto (el cambio climático, la desnutrición). Otra posible alternativa son las expos vocacionales que se dirigen a jóvenes que aún no deciden cuál carrera cursar, así como las llamadas ferias del empleo para quienes buscan trabajo, y también aquellas que buscan fomentar el establecimiento de pequeñas empresas.
Desde luego, las exposiciones que más auge han cobrado en los últimos años son las de negocios, cuyo propósito es el posicionamiento de marcas, la muestra de productos y servicios o bien su venta inmediata. Además de los ejemplos ya mencionados, hay múltiples opciones para esta clase de ferias: ropa, equipo de cómputo y software, artículos para bebés, artesanías, plantas, objetos eróticos y sexuales, servicios esotéricos y un muy amplio etcétera.
¿TÚ COMPRAS? ¡YO VENDO!
Las expos de negocios se clasifican en internacionales, nacionales y regionales. Es un mercado todavía incipiente, al tratarse de eventos jóvenes, al menos en el formato en que se les conoce hoy en día. No se sabe su origen exacto, pero en México empezaron a organizarse hace alrededor de 15 años, con más auge en la última década.
Entre las ventajas que representan estas ferias se encuentra el posicionamiento de marca. Es decir, el consumidor va a relacionar inmediatamente una marca por el tema y ello le generará prestigio. La empresa podrá crear una buena impresión en la mente del visitante, a fin de que lo considere en sus transacciones futuras. Además los eventos garantizan la asistencia de un determinado número de personas potencialmente dispuestas a comprar, puesto que tienen una necesidad ya filtrada: es de esperarse que a una expo XV años acuda sólo la gente que se encuentra planeando una quinceañera; en otras palabras, hablamos de clientes dirigidos.
Por el lado de los consumidores, el principal beneficio es la posibilidad de conseguir alternativas, presupuestos, comparar costos, evaluar los productos y claro, adquirir ahí mismo lo que necesiten, incluso aprovechando promociones especiales como descuentos o entregas a domicilio sin costo.
MIL Y UN DETALLES
Llevar a cabo una expo implica al menos un año de planeación. Sin importar el ámbito o el tamaño que tendrá el evento, hay una serie de pasos a cubrir.
Antes que nada el organizador debe efectuar un estudio de mercado para detectar cuál es la necesidad del cliente y de esta forma desarrollar el tema (bienes raíces, cómics, videojuegos, seguridad, etcétera). El panorama es inmenso y aunque el tema resulte extraño, si existe mercado (es decir si hay gente interesada y compañías en el rubro), se puede realizar.
El siguiente paso es definir dónde se hará la feria; puede ser un hotel, una plaza pública, un centro de convenciones, un auditorio, una explanada, etcétera. En principio, para un mejor desarrollo se recomienda que el lugar sea elegido cuidadosamente, de tal modo que cuente con las dimensiones adecuadas para que la expo no se vea amontonada ni vacía. Por ello resulta esencial identificar oportunamente el número de empresas relacionadas con el ramo. La labor de convencimiento para la venta de stands es quizá lo más laborioso.
Hay también los llamados ‘puntos finos’, los cuales se relacionan con la logística, la distribución y el cobro de los stands. Es fundamental que el organizador tenga un óptimo manejo de tiempos y recursos.
La inversión de los comerciantes en el alquiler de un stand es variable. Podemos decir que en una expo pequeña o mediana, de tipo regional, oscilaría de 5,500 pesos por un espacio sencillo, a 25 mil por una sala privada. Mientras que en una de corte nacional o internacional, el stand más básico suele costar a partir de los 30 ó 40 mil pesos.
Un aspecto clave para atraer a la gente es planear ‘ganchos’; lo más usual es programar concursos o bien rifas para quienes realicen una compra en el lugar. Lo ideal es que lo sorteado se vincule al evento (como un viaje todo pagado en una expo boda). Lo óptimo es preparar asimismo algún espectáculo o una asesoría (por ejemplo si se trata de una expo de cocina, puede llevarse a una personalidad de la gastronomía a que imparta una charla o clase).
EXPO EXPANSIÓN
Blanca Valdez opina que en algunas regiones de nuestro país, todavía falta desarrollar la cultura de las expos. En otros sitios del orbe el consumidor está dispuesto a pagar por entrar a una, a sabiendas de que eso le garantiza excelentes descuentos y hasta obsequios.
De igual forma las compañías se preparan con ofertas de mucho impacto y promociones indiscutiblemente provechosas para los clientes. Además invierten en shows de primer nivel para el entretenimiento de los visitantes, acondicionan áreas de descanso con todas las comodidades, y establecen áreas de comida con restaurantes reconocidos, entre otras atenciones que hacen sentir al consumidor que puede explorar tranquilamente el lugar, sin prisas e incluso durante todo el día. Definitivamente en México todavía falta mucho camino por recorrer, pero ante la buena respuesta obtenida hasta ahora, el panorama a futuro se percibe como positivo.
Recuerde que si ve anunciada una expo cuya temática es de su interés, no pierde nada con acudir y en cambio puede salir con una compra ventajosa o al menos con información que le ayude a tomar la mejor decisión para sus finanzas.
Correo-e: smunoz@elsiglodetorreon.com.mx
Fuente: Blanca Valdez, organizadora de exposiciones y convenciones y encargada de Opetur Coahuila.