El primer ministro italiano Mario Monti y la canciller alemana Angela Merkel expresaron su acuerdo a favor de medidas que permitan superar la crisis económica y favorecer el crecimiento en Europa.
En rueda de prensa al término de una cumbre bilateral, Monti señaló a Merkel "la determinación del gobierno italiano, que conoce y creo que aprecia, de proseguir por la vía del saneamiento presupuestal" con "perspectiva" de impulsar el crecimiento.
"Italia y Alemania son los países mejor dispuestos a compartir la soberanía si ello quiere decir tener instrumentos de política económica más eficaces", aseguró.
"Angela y yo hemos trabajado juntos porque creemos, ella alemana y yo italiano, en una cosa que se llama economía social de mercado altamente competitiva", apuntó.
Por su parte, Merkel subrayó que "es de nuestro interés que nuestros vecinos de Europa estén bien y que todos los países tengan un desarrollo económico positivo, pues de otra manera Alemania no podrá mantener su prosperidad".
Aseguró que con Monti habló de las medidas necesarias para impulsar el crecimiento económico y reconoció el mérito del ejecutivo italiano por haber puesto en práctica "reformas y decisiones fundamentales en un lapso rapidísimo".
"Con Mario siempre llego un acuerdo", pues ambos países están determinados a enfrentar y superar conjuntamente las dificultades de la zona del euro.
En ese sentido el primer ministro italiano afirmó que el objetivo de su gobierno era evitar que Italia "pudiera preocupar a la canciller Merkel" por encontrarse "en una situación similar a la de Grecia".
"Para evitar ello no tuvimos mucho de donde elegir y en un breve periodo debimos aprobar un ajuste basado en el aumento de impuestos pese a que era una decisión desagradable", anotó.
Aseguró que su país no necesita apoyo y "no presentará petición para usar los mecanismos de ayuda existentes en la Unión Europea porque afortunadamente no se encuentra en las condiciones en las que estaban Grecia, Irlanda y Potugal".
Subrayó que con Merkel también habló de la cifra de desempleo del 36 por ciento entre los jóvenes italianos, a la que calificó como "inaceptable".
Aseguró que con la reducción de la administración pública se podrán financiar "más posibilidades de empleo productivo para la juventud".
