Los padres del clavadista Iván García celebran en el Centro Acuático de Londres 2012 que su hijo, Iván García, obtuviera junto con Germán Sánchez la medalla de plata en plataforma 10 metros varonil sincronizados. (El Universal)
Hasta arriba de las gradas del Centro Acuático, desde donde los clavadistas se veían del tamaño de unas hormigas, se encontraba un ruidoso grupo de mexicanos dispuesto a apoyar a los clavadista Iván García y Germán Sánchez. El señor José Ramón García, acompañado de su esposa Angélica Navarro, se desgarraba la garganta en cada grito de: "¡Vamos, Pollo!". Una consigna de ánimo paternal.
Los padres de Iván García ya se sentían ganadores por ver a su hijo en el escenario olímpico. Un esfuerzo que implicó una inversión económica descomunal para unos señores dedicados a la venta de pollo crudo en Guadalajara. Pero consiguieron tener presente a la abuela, los tíos, los primos y hasta los amigos que son considerados como parte de la familia.
"Hicimos un gran esfuerzo para venir acá, endrogándonos hasta con la camisa, pero tratando de estar en este evento. Esto porque teníamos mucha confianza de que iban a ser medallistas. De hecho, no he juntado el dinero de este viaje, me he endrogado por cinco años, pues pedí cuatro préstamos en la caja popular para poder venir a apoyarlo. Con ver que mi hijo cumplió su sueño, hasta les pago por 10 años", revela José Ramón.
Dentro del seno de la familia García Navarro, radicada en la colonia Miraflores de la Perla Tapatía, a Iván, nuevo medallista olímpico de plata junto con Germán Sánchez, se le conoce como "El Pollo". Esto por la asociación con la venta de ese producto. Los padres recuerdan que Iván se paraba dormido haciendo estribos, los cuales también hacía hasta para ir al baño.
"Hace medio año me pidió oportunidad para dejar la escuela, prometiéndome ganar medalla en los Juegos Panamericanos y metiéndose en los Olímpicos. Ahora, como ven, ha cumplido", reconoce el señor García, quien confiesa que hoy martes viajan a Francia y volverán para la justa individual de su hijo el 10 de agosto, pues Londres es muy caro para hospedarse tantos días.
"Lo vimos dos día antes de la competencia. Le dije que estuviera tranquilo, que disfrutara la competencia, aún como quedara el resultado, ya era un campeón para nosotros y para todo México por estar entre los ochos mejores del mundo. Que disfrutara de la competencia", agrega su madre Angélica.