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Famosos se enamoran de sus empleados

En estos tiempos es común que estrellas del espectáculo mantengan relaciones amorosas con sus bailarines, niñeras, guardaespaldas o demás

Heidi Klum.

Heidi Klum.

EL UNIVERSAL

El amor no tiene fronteras ni edad, ni religión, ni razas y, se ha comprobado, tampoco estatus.

La semana pasada, Heidi Klum y su guardaespaldas Martin Kristen sorprendieron con una estrecha amistad, que derivó en relación amorosa y causa de su divorcio, según dio a conocer el cantante Seal al principio, esposo de la top model por siete años.

"Por eso nuestro matrimonio se rompió", dijo el intérprete. A los pocos días, Klum desmintió estas declaraciones y hasta contrató un nuevo guardaespaldas.

En 1995, la princesa Diana de Gales hizo una declaración sorprendente en una entrevista con la BBC, "Sí, le adoraba, estaba enamorada de él", refiriéndose al joven mayor del ejército James Hewitt, maestro de equitación y su amante durante cinco años, por lo que se especuló durante un tiempo que el príncipe Harry podría no haber sido concebido por el príncipe Carlos.

Estefanía de Mónaco procreó a sus tres hijos con dos de sus guardaespaldas. Daniel Ducruet fue el primero en robarle el corazón a la hija de Grace Kelly, a quien tenía la orden de resguardar, pero sucedió algo más que eso, la llamada princesa rebelde se convirtió en madre en dos ocasiones, y vinieron al mundo Louis y Pauline.

Aunque contrajo nupcias con Ducruet, su matrimonio duró sólo un año, ya que él fue captado muy cariñoso con la ex Miss Bélgica, Fili Houteman. El corazón de la princesa fue sanado por otro miembro de su equipo de seguridad, Jean Raymond Gottlieb, con quien procreó a su tercera hija Camille.

La pasión por el baile unió a Jennifer López con su segundo esposo Cris Judd. Se conocieron cuando la diva grabó el video de la canción Love Don't Cost a Thing, donde él era parte del cuerpo de baile. En septiembre del 2001, López contrajo matrimonio con Judd, pero el amor le duró menos de un año porque JLo inició una relación con Ben Affleck.

Después de su divorcio con Marc Anthony, Jennifer se volvió a enamorar de uno de sus bailarines, Casper Smart. Su relación se confirmó en la entrega del Oscar 2012. Esta pareja no ha estado exenta de escándalos, que van desde la designación de una mesada para Casper por parte de JLo, hasta la convivencia del bailarín con Emme y Max, hijos de la diva del Bronx, algo que no hizo gracia a su ex marido.

Quien tampoco se pudo resistir a los encantos de un bailarín, fue Britney Spears. Cuando "La Princesa del Pop" contaba con tan sólo 25 años, sorprendió al mundo con una boda secreta con Kevin Federline, quien era parte de su cuerpo de bailarines. El reconocer la paternidad del pequeño Alexander, hijo de la diseñadora Valeria Rivera, le costó a Alejandro Sanz su matrimonio con la mexicana Jaydy Mitchel. Cuando Valeria y Alejandro se conocieron, ella se encargaba de la peluquería del cantante, lo que dio pie a una estrecha convivencia y posterior romance, el cual duró siete años y dio como fruto a Alexander. "Yo me enamoré de Alejandro y quería estar con él. Jamás en la vida hubiera deseado quitarle el hombre a una mujer", explicó Valeria.

Emplean su amor

Para el psicólogo y terapeuta Alexis Solís son varios los factores que pueden unir sentimentalmente a un famoso con sus subalternos, como ha pasado con Madonna, Alejandro Sanz, Lady Di, Britney Spears y ahora Heidi Klum.

"Un elemento fundamental es la continua convivencia, se pasa mucho más tiempo con los compañeros de trabajo que con la propia pareja. Otro es el fácil acceso a estas personas, es sencillo verlas diariamente", explicó el terapeuta de la Sociedad Mexicana para la Prevención y Manejo de Estrés.

Pero agrega un factor que tal vez influya mucho más en el nacimiento de estos romances: lo prohibido. "No es bien visto que te involucres con alguien del trabajo, esto le da un sentido de prohibición, lo cual lo hace más divertido y entretenido", señaló.

El doctor Solís comentó que contrario a lo que se pueda pensar, la persona con más vulnerabilidad en esta situación no es el famoso, sino el empleado.

Sin embargo, para el psicólogo de la clínica Serenitá, estas relaciones por lo general no tienen mucho futuro. "Cuando una persona busca una pareja, se piensa que sea del mismo status, condición social e intereses, estas relaciones, como la de Jennifer López con su bailarín Gasper Smart, no son equiparadas en este sentido", dijo Alexis Solís, señalando que nadie ubicaría a la pareja de JLo si no estuviera saliendo con la diva.

La situación se complica un poco cuando la celebridad está casada o comprometida con alguien más, como fue el caso de Jude Law, quien tuvo que enfrentar a su pareja Sienna Miller cuando ésta se enteró que él tuvo un amorío con la nana de sus hijos, o Arnold Schwarzenegger, cuando su empleada doméstica reveló que tuvo un hijo con él, estando el actor casado con María Shriver.

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Escrito en: Famosos empleados

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