El cumplimiento de noventa años de servicio de El Siglo de Torreón a la comunidad de la Comarca Lagunera, es motivo celebración para la sociedad comarcana en su conjunto y de orgullo y gratitud para quienes hemos tenido la oportunidad de ser parte de ese esfuerzo.
De orgullo, porque desde su fundación por parte de Don Antonio de Juambelz y Bracho, El Siglo contrajo un compromiso indeclinable con la verdad y la defensa de la comunidad y de gratitud, por la invitación que recibió el autor de estas líneas hace veintitrés años de parte de Don Antonio Irazoqui de Juambelz, para incursionar en la maravillosa experiencia del periodismo que ha sido ejercicio de responsabilidad, gusto y distinción.
El Siglo de Torreón es parte esencial de la historia de nuestra aún joven ciudad, y en sus páginas se ha relatado día a día el acontecer de la vida regional al tiempo que ha sido una ventana abierta al conocimiento y al análisis de los acontecimientos nacionales y mundiales, desde nuestra perspectiva ciertamente local, pero al fin y al cabo, bajo el impulso e inspiración de la vocación universal que es propia de lo humano.
El sostenimiento de sus principios durante tanto tiempo, ha obligado a El Siglo a renovarse en diversos momentos bajo el acicate de un progreso tecnológico que marcha a una velocidad vertiginosa. El esfuerzo que lo anterior ha implicado para esta casa editora en términos de aplicación de talentos humanos e inversión de recursos económicos, no ha arredrado a quienes a través del tiempo, han tenido que tomar las decisiones para avanzar, con prudente y firme decisión.
Las decisiones que demanda no sólo el progreso tecnológico sino la defensa del derecho de libertad del oficio periodístico y la evolución de la sociedad y de los medios de comunicación, ha llevado a El Siglo de Torreón a interactuar con otros medios de prensa escrita como ocurre con su participación en el Asociación de Editores de los Estados, e incluso a participar en proyectos compartidos con otros medios como es el caso del Grupo Radio Estéreo Mayrán, todo ello como factor de refuerzo del vínculo de relación e interlocución más importante, que es el que sostiene El Siglo con la persona humana de carne y hueso que integra el cuerpo social en su conjunto.
La celebración que nos ocupa coincide con un relevo de tercera generación en la conducción de El Siglo de Torreón, lo que obliga a los responsables actuales de dirigir la empresa y de quienes permanecemos en una u otra parte de la trinchera, a refrendar el compromiso fundacional que nos interpela de cara a la comunidad, a la que debemos responder.
El evento celebratorio se planeó en el marco de sobriedad y nivel de calidad que caracteriza a El Siglo, con una velada en el bello y emblemático Teatro Isauro Martínez, en el que se mezclan el canto cardenche, la música clásica, la poesía, la danza contemporánea y como elemento plástico, una exposición de obras escogidas en el concurso convocado por la casa editora con motivo del acontecimiento y que tuvo lugar el día de ayer, después de escrito este texto.
El Siglo de Torreón está de fiesta. Del cumplimiento futuro de su apego a la verdad en defensa de la comunidad, depende que el apoyo del público lo mantenga en el primer nivel de preferencia del que goza. Nos comprometemos a que así sea.