Algunos con trajes de charro y la máscara del Santo apoyaron al conjunto tricolor en su debut en los Juegos Olímpicos. (EFE)
Sus gargantas serán el epicentro de las porras que alentarán por toda Gran Bretaña a los guerreros que defienden la insignia tricolor.
La Selección Mexicana Sub-23 y Luis Fernando Tena fueron recibidos por aficionados mexicanos en el estadio Saint James Park, quienes entonaron el "Cielito Lindo" mientras los protagonistas descendían del autobús.
Miles de mexicanos han teñido de verde las pintorescas calles de esta ciudad, ubicada en el noreste de Inglaterra, aunque también hay bastantes sudcoreanos.
Los boletos en taquillas oscilan entre los 450 y mil 300 pesos mexicanos.
No hay reventa. Sería estéril para un evento que no despierta la pasión esperada por el Comité Organizador. Lo que sí existe es una extraña mezcla entre la festividad latina, el ánimo asiático y las ganas británicas de que sus Juegos sean un éxito.
Hay espacio para todo en las inmediaciones del estadio, hasta para que aparezcan algunas pancartas en favor del movimiento estudiantil #YoSoy132. También sombreros de charro, playeras verdes y blancas, muchas blancas. Los sudcoreanos aparecen hasta con globos. Confían plenamente en que su equipo de futbol les otorgue muchas alegrías.
Héctor González Iñárritu (director de Selecciones Nacionales) y José Manuel de la Torre también viven una lucha de sentimientos, pero ellos optan porque se desencadene en su respectivo interior. Cumplen con las formas y permanecen casi inmutables, sin importar lo que suceda en el húmedo lienzo verde.
No así los aficionados, cuyas gargantas son el epicentro de los gritos que respaldan el inicio de la participación mexicana en Londres 2012.
