Flechazo al corazón

Aunque cada vez se habla más de él, muchos desconocen en dónde radica la fascinación por el tiro con arco, práctica deportiva que destaca por su dinamismo. Dominar la trayectoria de las flechas requiere de preparación, constancia y sobre todo de mucha disciplina.

Los pasados Juegos Olímpicos de Londres 2012 le otorgaron a México sus primeras dos medallas en la competencia de tiro con arco. Aída Román y Mariana Avitia ganaron plata y bronce respectivamente, y a partir de ese momento las miradas de los mexicanos se centraron no sólo en ellas, sino en la práctica de este milenario deporte que recientemente ha experimentado un boom.

A ello también ha contribuido la llegada al cine de héroes cuya principal habilidad es ser excelentes arqueros, como Hawkeye (Los Vengadores), Mérida (Valiente) y Katniss (Los juegos del hambre), sin olvidar a ídolos de años anteriores como Legolas (El Señor de los Anillos) y Robin Hood.

Pero más allá de la fantasía y el éxito de nuestras atletas, ¿se ha puesto a pensar de dónde surge este deporte?

TRAS EL ARCO

La historia del tiro con arco se remonta a los albores de la humanidad. Los expertos estiman que su origen se dio hace aproximadamente 40 mil años, cuando surgieron otras armas como las lanzas. El nacimiento del arco y la flecha es un misterio, se desconoce a ciencia cierta dónde, cómo y cuándo fueron creados. Muchos historiadores coinciden en que probablemente se elaboró a partir de lo que pudo ser un instrumento musical. Cabe destacar que desde su invención el arco ha sufrido pocas modificaciones.

A la par del desarrollo de las civilizaciones, el tiro con arco comenzó a emplearse como una técnica guerrera. Los egipcios fuero los primeros en desarrollar el arco compuesto, así como las puntas de flechas de bronce. Las naciones se dieron cuenta de la eficacia de estas armas y empezaron a formar ejércitos de arqueros; aquellas culturas que perfeccionaron la arquería se convirtieron en potencias.

En gran parte de la mitología griega hay héroes diestros en el manejo del arco. Incluso se cuenta que el propio Hércules inauguró los primeros Juegos Olímpicos con una de sus saetas.

Durante la Edad Media, esta práctica tuvo un auge debido a que era más barato equipar a los arqueros que costear armas de fuego. Por su parte, los árabes desarrollaron el arco recurvo, más eficaz y de mayor alcance que el arco largo europeo.

En los siglos posteriores el arco se fue relegando; el factor decisivo para ello fue que se necesitaba un entrenamiento de aproximadamente siete años antes de poder ir a una batalla. Debido a esto la arquería se conservó con fines lúdicos como la caza y el deporte. Se sabe que durante el siglo XII ya se organizaban competencias para elegir a los mejores tiradores.

También el pasado indígena de México está muy ligado al uso del arco y la flecha; mayas, aztecas y olmecas fueron bastante diestros en su utilización. No obstante, tras la Conquista, un mandato de España prohibió a los aborígenes el uso de artículos que pudieran servir como arma. No sería sino hasta después de la Primera Guerra Mundial que el tiro con arco regresaría al país. La zona norte se vio influenciada por cazadores norteamericanos que lo practicaban como un pasatiempo y pronto se empezó a expandir en el territorio nacional, a tal grado que en 1947 se conformó la Federación Mexicana de Tiro Con Arco.

EL TIRO OLÍMPICO

El tiro con arco estuvo presente en las olimpiadas desde 1900, si bien fue eliminado en 1920 debido a que no existían reglas estandarizadas respecto a su práctica y cada nación usaba diferentes tipos de arcos, entre otras desigualdades.

Fue así que surgió la Federación Internacional de Tiro con Arco (FITA) en 1931, y ese mismo año se llevó a cabo el primer campeonato del mundo de la especialidad. Hoy por hoy la FITA es el organismo rector de este deporte y además de acordar las reglas, se encarga de promover y alentar su práctica, así como de sancionar los torneos y llevar un registro de los datos.

Gracias a la FITA, el tiro con arco regresó a los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972 y desde entonces no los ha abandonado.

En las olimpiadas los atletas disparan a las dianas o blancos a una distancia de 70 metros. Cada una de ellas está dividida en 10 círculos concéntricos; el centro equivale a 10 puntos y conforme los espacios se alejan de él, van descendiendo una unidad. Las reglas marcan que se tira por rondas de seis flechas cada una, y al final gana quien suma el mayor número de puntos. No obstante, cabe señalar que existen otras modalidades en las que varían la distancia y el tamaño de las dianas.

QUIERO SER ARQUERO

No existe una norma que dictamine a qué edad debe comenzarse en el tiro con arco, si bien la mayoría de los profesionales coincide en que lo ideal es entre los ocho y los 14 años. Aun así, en cualquier etapa se puede iniciar en este ámbito.

El primer paso es contactar a instructores o expertos que puedan servir de guía en el acercamiento a este deporte. Durante el proceso se aprende lo básico, desde los distintos tipos de arco y cómo montarlos, hasta la postura del cuerpo y la posición de los dedos y los brazos. Es muy importante que mientras esto no se concrete no se gaste un solo peso en arco, flechas y demás aditamentos, ya que se estaría comprando a ciegas y probablemente se hagan malas adquisiciones. En la mayoría de los clubes de tiro el equipo puede ser rentado. No obstante, estos sitios no abundan en el país y la mayoría de las asociaciones se concentran en las capitales de los estados, en ese sentido no es muy accesible llegar a la arquería.

Una vez que se han tomado los primeros entrenamientos, es posible decidir qué tipo de arco usar; en este punto existen tres opciones:

-Largo. Es el clásico, al estilo Robin Hood. Posee el mayor nivel de dificultad y por ello toma más tiempo dominarlo. Es de una sola pieza.

-Recurvo. Es el más popular y el único aceptado en los Juegos Olímpicos. Se le pueden poner aditamentos como mirillas y estabilizadores. Consta de tres partes y es desmontable.

-Compuesto. El más fácil de manejar. Cuenta con poleas que le dan más fuerza y precisión.

Además del tipo de arco, es preciso definir las dimensiones del mismo, esto dependerá del peso y la altura del tirador, así como de la apertura de sus brazos. El precio de este instrumento oscila de los 2,000 a los 15 mil pesos, dependiendo de la marca y el material de fabricación. También las flechas varían en tamaño, peso y materiales.

Entre otros instrumentos que se pueden adquirir están el protector para el brazo, la mira, los estabilizadores, el carcaj para las flechas, la dactilera y otros más. El precio del equipo extra puede llegar a duplicar lo invertido en el arco.

FUTURO LANZADO

Ser arquero implica mucho más que llegar y disparar las flechas; quien busca ser profesional debe complementar una práctica intensiva del tiro, con ejercicios aeróbicos como correr o trotar, además de ser asiduo en el gimnasio para fortalecer tórax, brazos y abdomen.

Resulta interesante que tras Londres 2012, las asociaciones mexicanas reportaron un alza en las solicitudes para el tiro con arco. Tan sólo la de la UNAM, que tenía un promedio de seis a 10 solicitudes por mes, el mes de agosto recibió 1,200 peticiones de ingreso. Es de esperarse que en un plazo no muy largo este auge se traduzca en mejores condiciones para los atletas, entrenadores y por qué no, en más medallistas olímpicos.

Correo-e: cpacheco@elsiglodetorreon.com.mx