Tierra de ratones
Cualquier semejanza con México no es coincidencia, aqui tenemos gatos tricolores, azules, verdes, amarillos etc. y todos comen como gatos
Mouseland es la historia de un lugar donde los ratoncitos vivían, jugaban y morían y ellos vivían de la misma manera que tu y yo lo hacemos; incluso tenían un Parlamento y cada 4 años tenían elecciones, caminaban rumbo a las urnas y votaban, algunos incluso conseguían un aventón a las casillas, un aventón que conseguían cada 4 años para ser verdad, como tú y yo. Y cada día de elecciones todos los ratoncitos acostumbraban ir a las urnas y elegir un gobierno, un gobierno formado por enormes y gordos gatos negros. Ahora, si piensas que es extraño que ratones elijan un gobierno de gatos, solo mira la historia de Canadá los últimos 90 años y entonces verás que ellos no son más estúpidos que nosotros, no estoy diciendo nada en contra de los gatos, ellos eran buenos compañeros. Ellos conducían el gobierno con dignidad, pasaban buenas leyes; es decir leyes que eran buenas para los gatos, pero estas leyes que eran buenas para los gatos, no eran muy buenas para los ratones; una de las leyes decía que la entrada a la ratonera tenía que ser tan grande que el gato pudiera meter su pata en ella, otra ley decía que los ratones solo podían moverse a ciertas velocidades para que el gato pudiera conseguir su desayuno sin mucho esfuerzo.
Todas estas leyes eran buenas para los gatos, mas eran bien duras para los ratones, pero cuando los ratones la tuvieron más y más difícil, cuando los ratones no pudieron poner nada más, decidieron que había que hacer algo al respecto, entonces fueron en masa a las urnas y votaron en contra de los gatos negros y eligieron gatos blancos, los gatos blancos habían puesto una genial campaña, dijeron: todo lo que Mouseland necesita es más visión, dijeron, el problema en Mouseland son las entradas redondas a las ratoneras; si ustedes nos eligen estableceremos entradas cuadradas, y lo hicieron, las entradas cuadradas fueron el doble de las redondas y ahora el gato podía meter sus dos patas, la vida era más dura que nunca; y cuando no pudieron soportarlo más votaron contra los gatos blancos y pusieron a los gatos negros de nuevo, para luego regresar a los gatos blancos y de ahí otra vez a los negros; incluso trataron con gatos mitad negros y mitad blancos y lo llamaron Coalición, incluso trataron con un gobierno de gatos con manchas, eran gatos que intentaban sonar como ratones pero que comían como gatos.
Verán mis amigos, el problema no estaba en el color de los gatos, el problema estaba en que eran gatos, y porque eran gatos, ellos veían naturalmente por intereses de gatos y no de ratones. Finalmente llegó de lejos un ratoncito quien tuvo una idea, mis amigos “estén atentos al compañero con una idea” él les dijo a los otros ratones “miren compañeros ¿porqué seguimos eligiendo un gobierno hecho por gatos? ¿porqué no elegimos un gobierno hecho por ratones?” “Oh dijeron es un comunista así que lo pusieron en la cárcel.” Pero quiero recordarles que pueden encerrar a un ratón o a un hombre … Pero no pueden encerrar una idea… Thomas C. Douglas (1904-1986)
Abel Rodríguez Ríos.