El Bactum
“No te tomes demasiada seria la vida, al fin y al cabo no saldrás vivo de ella”
Luthiers
A Claudia Palma:
La vida es como el agua en las manos, el tiempo como la muerte y este año el fin de todo.
Adiós a los sueños, adiós a los ideales, ¿dónde quedará el futuro, dónde lo construido?, toda nuestra vasta ciencia no nos salvará del final.
El ser humano se extinguirá, la canción se dejará de escuchar, ya nadie bailará, absolutamente nadie cantará, sólo silencio habrá.
Todo fue una imaginación, todo fue una perfidia, ¿de qué le sirvió al hombre explotar a otros hombres, si al fin llegó su final? Regresamos a ser polvo estelar, los verdes de vida se convertirán en frío y obscuridad.
¿Dónde está todo, lo que le dio sentido a la humanidad?, en el espacio sideral, viajando por la vía láctea como algo que ya no será.
Y de las armas que fueron, de la sangre derramada por los ideales de libertad, polvo asqueroso, polvo y nada más serán esos artefactos para matar.
El ladrido de mi perro callará, el aullido del coyote perecerá, las cabras ya no rumiarán nunca más.
Pobre de mí, pobre de ti ya no soñarás y menos respirarás, si tu vida fue miserable con tu miseria te irás.
Los políticos y su política para hacer feliz a la sociedad, dejará de existir, ya nadie será un animal político, por fin alcanzaremos la democracia, la justicia y a la igualdad; todos seremos polvo estelar.
Los relojes dejarán de contar el tiempo, el Sol nunca volverá, los ocasos serán nostalgias de las estrellas, la marea ya no golpeará.
Pobres de los abstemios dejaron de beber para no tener problemas más, sus doce pasos, su cambio de vida, se fue al carajo, sufrieron en este mundo y también en el día final.
Aquella que se guardó casta para su noche nupcial, se fue sin probar las mieles más hermosas de este lugar.
Los niños, pobres de los niños, les cortaron de la nada su inocencia, déjenlos crecer aunque sea un poquito más.
Los más felices son los viejos, ellos ya hicieron camino, sólo quieren descansar, ser felices un instante aunque sea en ese negro final.
Lo que más me puede son los hermosos libros, ¿qué será del Quijote y su lucha contra el mal?, ¿de mi Biblia leída como un manual de sabiduría total?, pobre de Artemio Cruz a quién transará?, ¿la rayuela y el amor turbulento de Oliveira y la Maga se apagará?, el general en su laberinto y su hamaca perecerán, Julián Soler no volverá a ser un seductor nunca más, el realismo mágico de cómala y un tal Pedro Páramo ya a nadie impresionarán, Borges, Borges, Borges ya no será un maestro de maestros por la eternidad, pobres de mis libros, esos nobles amigos que siempre me acompañaron, también serán polvo y nada más.
Todo tiene un principio y un fin, cada segundo, minuto, hora y día nos conducen hacia el final.
Nadie sabe cuándo será, tal vez este año o el otro, pero algún día llegará, yo sé exactamente la fecha, será cuando tu vida termine y ahí será simplemente el final.
Rubén Arturo Torres.