Proyectos de vida o dádivas al campo
Hoy que se habla a todas horas de la sequía que afecta a dos terceras partes de los municipios del país y del hambre que están pasando los tarahumaras me viene a la mente los más de mil millones que costó la Estela de Luz, los miles de millones del palacio de los diputados y senadores, el despilfarro del IFE en sueldos de sus consejeros y el presupuesto asignado a los partidos políticos, el sueldo de diputados y senadores y demás funcionarios del país, así como esas maravillosas prestaciones que se autorizan que si ganaran por productividad posiblemente ni el salario mínimo merecerían.
No sé si sólo aquí en nuestro México se dé este tipo de disparidades en donde la clase más pobre sufre a más no poder por esta sequía que estamos viviendo y que hacía muchas décadas que no se presentaba en que a duras penas tiene para malcomer y por otro lado la clase de burgueses (políticos) que se otorgan dinero a manos llenas en sueldos y prestaciones y que no ven más allá de sus propios intereses o intereses políticos.
Lo que está sucediendo ahorita es algo que ya se veía venir y sin embargo el gobierno poco hizo para prevenirlo y hoy quiere que con dádivas se solucione esto y eso no va a pasar porque lo que realmente se necesita son verdaderos proyectos de vida para el campo mexicano, proyectos que le dan al campesino las herramientas para ser autosuficientes.
Señor Felipe Calderón ya no es válido su discurso donde se menciona que el calentamiento global es el causante de esto que estamos viviendo, porque no sólo la gente que somos de campo estamos sintiendo esta sequía, sino tambien la gente que trabajamos en la industria, en el comercio, en la construcción y en tantas otras cosas debido a esos sueldos mínimos de vergüenza que tenemos que apenas nos alcanzan para no morir de hambre, mientras que ustedes los políticos que tienen en sus manos las grandes reformas que este país nececita, se la pasan de vacaciones, en campañas, en estirar el presupuesto en sus sueldos y partidos y en darnos espectáculos con sus pleitos ridículos cuando se dignan ir a trabajar.
Hoy la mayoría de los mexicanos somos tarahumaras debido al hambre que estamos padeciendo y por eso necesitamos que volteen un poco más la mirada a estas regiones de La Laguna y a tantas más donde como dicen por ahí, que nomás no la vemos, y que esto sirva para que ahora sí se le dé realmente el apoyo que el campo mexicano necesita porque si el campo está mal arrastra a todo México.
Por eso señor Calderón basta ya de decir que el calentamiento global es el causante de todo esto porque todavía estamos a tiempo de pararlo y posiblemente revertirlo y más bien preocúpese por el sistema político que tenemos que no es más que una banda de lacras, ratas y parásitos que dan asco al pueblo de México, y mire la manera de rodearse de gente tan valiosa que tenemos y que está luchando por un México mejor y que sin embargo, muchas veces se le pone el freno por esa burocracia que tenemos.
Ojalá que este apoyo y (si se puede llamar así) esta publicidad que se está dando a la gente del campo por esta sequía no sea nomás por ser un año de elecciones porque el hambre todo el tiempo ha existido, claro que a estos niveles no, y que no lo quieran tomar como bandera de campaña.
Y sí señores, este es el México que tenemos y que nos merecemos debido a la pasividad que tenemos, pero no se confíen políticos mexicanos y pónganse a trabajar por su pueblo porque desde hace tiempo nos están llegando noticias de Oriente Medio y como que nos tientan a imitarlos.
Usted tiene el poder en sus manos señor Calderón de pasar a la historia como el presidente de los monumentos (elefantes blancos) y sueldos estratosféricos de los funcionarios o como el presidente que sembró la semilla para terminar con el hambre y la desigualdad en México, usted decida.
Mapimí, Durango.
Rosa Marcela Martínez Salas,