‘Irresponsabilidad manifiesta’
Pedazos de madera, tarimas, blocks de concreto, piedras, arenas, basura, hules, cartones, piezas de casetón para la construcción, clavos, tornillos, aceite, diesel, alambres, varillas, adobones, ladrillos, cemento, cal, piedras, agua, botellas, botes, llantas usadas, etc.
No amigos, no estoy promocionando ninguna ferretera sino señalando lo que regularmente, al manejar, encuentran al paso de su vehículo, en plena carretera y que es dejado por la unidades de empresas, sobre todo laguneras, con choferes irresponsables que no saben o no quieren sujetar o cubrir en caso de arenas y piedras debidamente las cargas que a diario transportan por el periférico Raúl López Sánchez sin que medie, ni una sola patrulla de la federal o tránsito local para sancionar a los infractores.
Es común ver autos dañados en la suspensión, neumáticos, cristales, faros o pintura por estos objetos y que al final, nadie responde pues generalmente los causantes ni cuenta se dan porque conducen a exceso de velocidad con singular alegría que ignoran revisar sus espejos para darse cuenta de lo que van tirando.
Es urgente que ya se les ponga un “hasta aquí” y que se les obligue a ellos o a su casa comercial a resarcir los daños que también suelen causar al pavimento con algunos componentes liquidos o sólidos que provocan accidentes y daños a la salud.
Las vías rápidas Torreón-San Pedro, Torreón-Saltillo y Periférico son las áreas en donde se hallan más de estos objetos, en donde se ven constantemente violados los límites de la velocidad y en donde, cosa curiosa, no se ven agentes de vialidad como se ven regularmente en la calzada Abastos. Cabe recordar que aparte son las rutas donde los accidentes suelen ser constantes y de alto impacto.
Los choferes de estas unidades comerciales creen que por el solo hecho de tener una licencia de manejo los hace expertos en ello cuando que si conducen vehículos de carga, deben asegurar ésta por el bien de los demás y de ellos mismos.
Ojalá, la autoridad, que no necesita de mi recomendación, se ponga a chambear y no se convierta (por la mordida) en cómplices de más atentados a la propiedad ajena y personal de otros que nada tienen que ver en sus corruptelas.
Gómez Palacio, Durango.
Miguel Gerardo Rivera,
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‘Si no quieren, ¡renuncien!’: frase más realista
En el pasado reciente se hizo célebre la frase acuñada por un empresario devastado por una tragedia: “si no pueden, ¡renuncien”! Propuesta bien intencionada dirigida a los gobernantes de México, aplicable en países de primer mundo con bajos niveles de corrupción. En México país corrupto hasta las entrañas, la situación es a la inversa por lo que con toda lógica y como era de esperarse, absolutamente nadie, a lo largo de mas de 3 años respondió al exhorto.
Por supuesto que aquí y en China querer es poder, por lo que la petición del empresario debió haber sido: “si no quieren, ¡renuncien!”.
Ese es el verdadero problema de México. Sí se puede, pero los dramas sobrevienen porque no se quiere.
Cuernavaca, Morelos.
Francisco Benavides Beyer,
