‘Acorralados’
En el nuevo año que ha iniciado, los automovilistas estamos siendo acorralados cual presa por los cazadores, que por su estilo de operar, ocultos y con el permiso de la ley, acechan en cualquier crucero para hincar sus fauces impositivas en contra de quienes tenemos la fortuna o mala fortuna, según sea el caso, de contar con un automóvil, producto de nuestros trabajos, para atender a nuestras familias y seguir llegando a tiempo a laborar para poder hacer frente a los pagos de este lujo, en el que lo han convertido nuestras autoridades estatales con tantos gravámenes a todas luces legales, pero fundamentalmente injustos.
Ahora no sólo tratan de impedir que acudas al vecino municipio a regularizarte en donde como las medicinas, es lo mismo, pero más barato, sino que te coaccionan a que tienes que pagar (a web.com) en tu Estado donde se encarece el trámite por una promesa de campaña no cumplida, siendo de los pocos lugares que a pesar de la promesa se olvidó a la clase media que en mucho ayuda a soportar y sostener los lujos y sueldazos de los políticos que se dicen nos representan tan sólo por un malhabido voto enrarecido por la esperanza de tiempos mejores que aún no vemos.
No nos molesta pagar impuestos sino la burla de que somos objeto cuando vemos el dispendio con que se los gastan, presumen, se muestran, mientras que los que los generamos no vemos un estímulo real a nuestro cumplimiento por pagar total y de acuerdo a fechas, sin rezagos, las mentadas, más que mentadas cuotas a que nos obligan y que en otros latitudes del planeta ni siquiera existen.
Mal haya la hora en que a un presidente priista se le ocurrió inventar esto de la tenencia dizque por única vez, ahora al monstruo, liberado de su jaula, en otra mala hora decide el gobierno federal abrirle la jaula y mandarlo a las selvas de los gobiernos estatales, cuando que su obligación era acabar con este ente y no reproducirlo en mil cabezas como acontece aquí mismo.
Si sumamos la tenencia, las alzas mensuales en el precio de la gasolina, el costo de la licencia, el pago de la Cruz Roja, el Centro “histérico”, el impuesto a la educación, los servicios del auto, las refacciones, las “mordidas” de los agentes y aparte el pago del seguro más las placas que ya te robaron y la revisión de emisiones, hacen que el auto se convierta en otra familia a la que hay que mantener lo cual deja ver que a lo mejor volvemos al camioncito o de plano la bici; mas eso no es remedio, sino que el mejor remedio es que las administraciones de los tres órdenes de gobierno gasten menos y trabajen más, que nuestros diputados hablen por nosotros en los congresos estatales y los munícipes encabecen una cruzada para aligerarnos la carga. Por ello se les llama “administraciones”, si no entonces ¿para qué están?
Están estirando demasiado la liga. El abstencionismo crece y eso no es buena señal porque se manifiesta que hay inconformidad.
Para el mes de febrero ya tendremos candidatos mas no líderes. Ésos están muy lejos de aparecer pues desde la postulación de Cuahutémoc Cárdenas y después de Luis Donaldo Colosio para la Presidencia no se han vuelto a ver los verdaderos liderazgos y que la ciudadanía cobijó porque creyó en ellos.
Ojalá las autoridades sean más sensibles y piensen en los que abonamos a su economía y busquen ayudar en esta pesada carga a los que cumplen a tiempo y merecen mayores beneficios.
Espero y lo hagan. La esperanza es lo último que muere. Hagan que creamos en ustedes.
Señor Presidente de la República, de una vez por todas, acabe con este mal, aún le queda tiempo, deróguelo, desaparézcalo y decrete nunca más se vuelva a aplicar.
Región Lagunera.
Miguel Gerardo Rivera,