Pobre bulevar Alemán, unos estiran para un lado y otros para el otro
El puente sobre el río Nazas, construido en los años treintas del siglo pasado, tuvo su origen en el Auto Club, y sigue siendo con algunos agregados la columna vertebral de la comunicación entre las tres ciudades hermanas laguneras.
Para la edificación del puente cuya estructura metálica es el emblema por excelencia de las ciudades de la Región Lagunera, se constituyó un patronato que incluía a los más entusiastas hombres del comercio, la industria, la banca y demás organizaciones sociales de aquel entonces, cuyo carnet de identidad eran el amor y el respeto al terruño y a su gente.
El Auto Club fue la primera manifestación social del deseo de dignificar la comunicación entre las ciudades hermanas y su producto fue la realización de un camino de terracería que partiendo de lo que ahora es el Parque Victoria de Ciudad Lerdo, se abría paso entre las parcelas, flanqueado por el verde follaje de interminables hileras de álamos, moros y otras especies que cobraron vida al conjuro de las acequias (recordemos : “ las mañanitas de abril “) que paralelamente corrían hasta perderse en la población de Gómez Palacio.
La parte correspondiente a Gómez Palacio de dicho bulevar se estructuró con calles laterales a ambos lados en todo su trayecto hasta conectar con el puente que nos simboliza, no así el tramo correspondiente a Lerdo, que sólo cuenta en forma completa con la calle lateral oriente, pues la del lado contrario queda absorta por el Vivero Municipal y por los centros educativos C.B.T.i.s. 4 y la Escuela Secundaria Federal.
En la parte de Gómez Palacio, a la altura del paso a desnivel 11-40, se realizan las primeras acciones para habilitar las laterales también en forma de desnivel y cristalizar un viejo anhelo de los gomezpalatinos de contar con 4 carriles a ambos lados del bulevar en todo su trayecto, consiguiendo así el gran objetivo que le dio origen… Esa, Señoras y Señores, Laguneras y Laguneros es, por el lado que la veamos, una señora y lagunera obra! Pero resulta, que por el lado de Lerdo, a la altura de la Unidad Deportiva, en lo que hace cincuenta años era todavía El Campo Deportivo Ejidal, se construye un paso depresivo que cruza el multicitado bulevar Alemán y que según imaginamos, los que somos vecinos del rumbo y la ciudadanía en general va a desembocar precisamente en terrenos de la propia calle lateral, esto es, con túneles de desfogue en dirección norte y sur, lo que definitivamente la angosta y trunca la circulación fluida.
El decir “imaginamos los vecinos”, es en razón de que la autoridad municipal se ha negado sistemáticamente a informarnos los alcances y dimensiones de tal obra, por más que un grupo de interesados ha insistido desde un principio.
Esta acción carente de sentido común y de viabilidad técnica, es a todas luces un contrasentido a lo que busca y quiere el Gobernador del Estado para los laguneros de Durango y, que es, principalmente dotar al bulevar Alemán de su auténtica función comunicadora.
Existen alternativas, como el desfogue hacia el oriente, que evitarían que colapse en ese tramo la lateral, pero la autoridad municipal, ante cualquier intento de la población encaminado a sugerir o manifestar su inconformidad, le antepone una docena de patrullas y una treintena de agentes de la policía y transito municipales, como sucedió el día de hoy alrededor de las nueve de la mañana.
Gobernador don Jorge Herrera Caldera, urge el diálogo y la cordura en la ciudad de Lerdo; están en peligro el patrimonio histórico que nos legaron los viejos laguneros que amaban y respetaban al terruño y a su gente; con la obstrucción de la lateral se frustra su deseo de despejar los escollos que desde tiempos inmemoriales obstruían el paso libre y amplio de nuestro Gran Bulevar Alemán (su obra: Paso 11-40) y sobre todo, queda por los suelos la máxima fundamental de la administración pública:
Ciudad Lerdo, Durango.
Eugenio García Muñoz,
