¿Darías tu vida por ser campeón? ¿Te cae?
Yo soy ese aficionado incómodo. El que grita, sufre y a veces, muy a veces, goza para volver entonces a sufrir. Yo soy ese aficionado en la Laguna, hoy tan trágica, tan dolorosa. Ese que quiere que el domingo seamos campeones.
Sin contraponerse a lo anterior, me preocupa la comunicación social de mi Club, el Santos Laguna. No conformes con el descarado e insidioso involucramiento de la Fe como un elemento dentro del campo de juego, circula por internet un video (pueden consultarlo en youtube bajo el titulo Santos Vs. Rayados) producido y circulado por canal oficial del club.
En él, con un juego de imágenes y música tensa una voz dice: “Ellos creen que solo somos once, ellos dicen que el Corona ya no piensa, ellos piensan que son superiores….Lo que ellos no saben es que para esta final regresa la mejor afición de México, la del Santos Laguna… La que daría toda la vida por ser Campeón” En el inter, un hombre alista un tambor, se viste con el jersey del Santos, se envuelve con una bandera y con actitud agresiva se pinta la cara y grita.
Veo muy peligroso este creciente juego de apasionamiento al que está llevando de manera inconsciente la directiva. En este México que estamos viviendo, no podemos darnos el lujo de abonar al divisionismo, ni a regionalismos absurdos como estúpidos. Todos tenemos amigos en Monterrey, familia, compañeros de trabajo. Nuestra región, por nueva y receptora de migrantes tiene vínculos fuertes en las venas de este desierto.
¿Cuánta gente de Monterrey trabaja en empresas laguneras y vive con nosotros?. ¿Cuántos Laguneros viven, estudian o trabajan en Monterrey?. ¿Por qué generar este fanatismo irracional?. ¿Cuál es la intención?. ¿Llenar el estadio a pesar de los altos costos de los boletos?. ¿Motivar a la gente para que apoye al equipo los 90 minutos?. ¿Son las formas?. ¿Son los medios?. ¿Es el fin?.
Ya hay encono entre las aficiones de Monterrey y la Laguna. Pero echarle leña al fuego no le sirve a nadie. ¿O a quien sí?. Ya hay antecedentes de trifulcas, hace poco veíamos por televisión como la policía de Torreón golpeaba impunemente a los aficionados rayados que vinieron a un juego de liga.
¿Qué podemos esperar, o cuando nos vamos a dar cuenta que esta situación se nos puede salir de las manos?. Ya hubieron balas en el TSM una vez, y parece que no entendemos que la violencia no es el camino. La mezcla de fe, futbol y violencia, además de bizarra es sumamente peligrosa.
Yo quiero a la gente de Monterrey, estoy agradecido con esa tierra en la que trabaje y viví por seis años y la que me ha dado lo más hermoso que tengo. Me da pena que mi Club genere esta apología a la violencia, disfrazada de apoyo a un equipo de futbol. El domingo podemos ganar o perder, pero será un buen pretexto que platicar en la próxima carne asada en Torreón o en Monterrey, nada más.
Yo soy ese aficionado incómodo. El que grita, sufre y a veces, muy a veces, goza para volver entonces a sufrir. Yo soy ese aficionado en la Laguna, hoy tan trágica, tan dolorosa. Ese que quiere que el domingo seamos campeones y que no haya violencia, porque no hay que dar la vida por ser campeón. Achiquémosle.
Fernando Todd
Aficionado Lagunero