Renuentes al cambio
Amigas y amigos: Verdaderamente incomprensible
la actitud de muchos mexicanos, seguidores de la derecha
representada por el PRI y por el PAN, que han
sido testigos de que el país no marcha por el camino
de la justicia, el desarrollo, la igualdad y la felicidad,
aún así, manipulados por la tele y algunos
medios escritos, se oponen férrea y obsesivamente
al cambio siguiéndole el juego, por conveniencia o
por ignorancia, a los conservadores, opuestos a todo
cambio. En estos meses se propuso nuevamente
una oferta viable, justa y pacífica, de realizar el
cambio que se requiere con urgencia y sin embargo
están de acuerdo en hacer fracasar, nuevamente,
a que el país dé el paso decisivo que nos conduzca
a salir de este atolladero atroz que nos mantiene
en la medianía como país, si no es que en franco retroceso.
Los conservadores, los que históricamente se
oponen al cambio, controlan los principales medios
de comunicación y no pocas plumas al servicio
de dichos medios (como lo han hecho históricamente).
Bien orquestados, en este momento están
en la tarea de desacreditar cualesquier acción
que parta de la izquierda. Como uno solo y sin siquiera
tomarse la molestia de analizar a conciencia
los argumentos legales que se le presentan a
las autoridades electorales, dan rienda suelta a la
descalificación y el escarnio de dichos argumentos.
Rechazan a priori todas las pruebas que se
presentan por más contundentes que éstas sean
sin reparar el daño que le causan al país al seguirle
apostando a la antidemocracia.
El PRI está a un paso de volver al poder y no lo
hace por la vía democrática. Lo hace utilizando dinero
legal e ilegal a raudales. Y está a punto de volver
después de que hace doce años fue despedido y
sacado a patadas precisamente por el cúmulo de
abusos y tropelías cometidas tras más de 70 años en
el poder. “El país estaba harto del priismo”. Con ello
se explicaba el triunfo de Vicente Fox en el 2006.
Desgraciadamente éste le falló feamente al país y
traicionó descaradamente a quienes pusieron su
confianza en él y Calderón continuó la traición y la
ineptitud y le volvieron a poner el poder en charola
de plata a los que doce años antes eran los repudiados
priistas.
Y en esas estamos, siendo testigos de la lucha por
la democracia que con valentía, argumentos y decisión
está llevando a cabo el Movimiento Progresista.
Todas las acciones legales están siendo sólidamente
sustentadas y dentro de la más estricta observancia
de la Ley. Y es lo que la derecha, los conservadores,
los violentos, no toleran. Están esperando
cualesquier pifia de la izquierda para echárseles encima
señalándolos como violentos y causantes de la
inestabilidad del país. Así son de hipócritas y cínicos
estos violentos por naturaleza. Muy atinada la
recomendación de Andrés Manuel: “Actuar pacíficamente
para no darle pretextos a los violentos”.
Héctor Astorga
Ciudadano de Torreón