Hablando de Independencia
¡Muera el mal gobierno!, Se dice que fue de algunas de las frases emanadas por el propio Miguel Hidalgo a las 5 de la mañana un 16 de septiembre de 1810, esto claro está, en que la historia contada sea la real.
Así comenzó una lucha, una lucha por los derechos de un pueblo cansado, un pueblo sometido, con miedo y sin voz.
Se dice que la lucha duro 11 años; hoy en día, me atrevo a preguntarme y sobre todo preguntarle a ustedes si en realidad se gano algo, a reflexionar si en verdad esa lucha era legitima y que lo que buscaban aquellos grandes héroes era el bienestar común.
Hablando de un bien común; existieron grandes pensadores que reducían el significado y abarcamiento de la política, como buscar “el bien común”.
Buscar el bien común puede sonarnos algo utópico en la actualidad, en donde desgraciadamente vivimos bajo una nueva “plutocracia” y una comentada mas nunca sancionada “cleptocracia”; una concentración del poder, en pocas manos, y por cierto, manos que ya están llenas. Pensándolo mejor, retiro la palabra “desgraciadamente” y adjunto o corrijo a “hemos elegido y seguimos haciéndolo” o peor aun “merecemos”….
No digo que la frase “el pueblo tiene lo que merece” tenga razón.
Me atrevo a presumir el más cercano ejemplo y actual de la región lagunera, bellísima región, llena de gente hermosa y trabajadora, gente creativa, sonrientes. Los invito a un día, el que ustedes quieran, y dispónganse a ver a la gente, observen como convive y desenvuelve, los laguneros somos de fin de semana, el fin de semana revive la ciudad, se ven más sonrisas, se ve luz, se ven las tiendas de conveniencia, restaurants, centros comerciales y demás, llenos de jóvenes y adultos que buscan entretenerse y relajarse después de una semana de trabajo.
Entonces, quedamos en que una región como esta con un espiritu tan maravilloso, no merece lo que está viviendo, no merece estar atemorizado, no merece estar en casa y al escuchar ambulancia y patrullas llamar a sus familiares por miedo a que haya sucedido algo.
Recientemente leyendo algunos artículos de nuestra magistral (aunque atrasada e aparentemente “invisible”) Constitución Política, me tope con un artículo, un artículo que habla de la protesta en la toma del cargo del presidente electo a la Republica Mexicana; el artículo es el 87 y dice algo así: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande.”
Me quedo con “Que la Nación me lo demande”; ahora si podemos corregir, no es un “el pueblo tiene lo que merece” es un “el pueblo tiene lo que permite”;
Los recientes acontecimientos violentos o de toma de instituciones por parte de grupos activistas en busca de un respeto y cumplimiento de los derechos sociales, me parecen actos poco inteligentes, no me malinterpreten, estoy de acuerdo con muchos de sus ideales, y admiro las grandes cosas que han logrado, sin embargo, para que una persona tenga y viva bajo una ley que permita que todos sus derechos se respeten y se lleven a cabo con efectividad y limpieza en los procesos, es necesario que esta persona, primero, los conozca. Es decir “cultura”. Para exigir un derecho, es necesario cumplir con una obligación y conocer lo que por ende te corresponde.
Nos hemos convertido en algo parecido a un zombie, actuamos con la inercia, bajo unos lineamientos que nos lastiman, que nos suprimen y ahora creemos que lo que tengamos que decir o pensemos, no tiene valor alguno, no tiene importancia, es perder el tiempo pues no será escuchado.
Hemos olvidado que somos más, y que un servidor público, es nuestro servidor, es elegido (contratado) por nosotros y con un salario que parte de nosotros. En una empresa si un “trabajador” no cumple, se le despide, porque no exigimos si de acuerdo a nuestra constitución, podemos exigir la destitución de un servidor público si este no ve por nuestro bien, por el bien común.
Escucho a persona que tiene miedo por quien será nuestro próximo Presidente de la Republica, se preocupan por las decisiones que puede o no tomar; yo les diría con todo respeto, no se preocupen, “ocúpense” estén pendientes de sus acciones, únanse a foros, grupos, expresen su sentir y su pensar; nada malo puede pasar mientras recordemos que somos el pueblo de México, que debemos ser quien toma las decisiones, que ellos dependen de nuestro trabajo, de nuestro consumismo y nuestras aportaciones.
Si alguien que llego ahí por nosotros y para nosotros no se apega a sus funciones, organicémonos y exijamos que lo haga, no lo veamos tan difícil, unidos podemos, tenemos grandes espacios como son las redes sociales que nos permiten saber con precisión y comunicar detalles de interés para pueblo.
Gente bonita un cordial saludo, jamás perdamos el espíritu de unión, de sociedad, la empatía, olvidemos eso de tener que pisar a alguien o tranzar para avanzar, recuperaremos valores, seamos un solo y avancemos juntos y siempre siempre con una sonrisa.
Pablo Alejandro Hidalgo Pérez,
Comarca Lagunera.
