Basada en hechos de la vida real
Cuando pareciera que en el estado de Coahuila lo peor ya sucedió, pues no, no basta, con una deuda millonaria que el ciudadano tiene que enfrentar, accidentes mineros, y ahora la fuga de reos, la segunda más grande en lo que va del sexenio, sin mencionar la ola de inseguridad que vive la localidad, que es el pan de cada día. Sin duda habrá que cuidarse el ciudadano de encontrarse algún delincuente prófugo, pero al mismo tiempo exigir a detalle lo que pasó, con sanciones severas a todo cómplice inmiscuido a tan grande suceso, que marcara la historia en nuestra comunidad.
Nuestro estado, se está convirtiendo en el Tijuana, no de los noventa, donde el foco rojo se encuentra encendido todo el tiempo. Reos que se encontraban presos en una cárcel, dentro de la gran cárcel, donde pillos, justicieros, violadores, sicarios, secuestradores, operan desde la comodidad de sus trincheras. Los presos no perdonan, los prófugos menos. Seguramente volverán a las andadas, sólo con una diferencia, volverán siendo más peligrosos. Y cuando la sangre hierve, todos enloquecen. Lo que pasa afuera se resuelve afuera.
¿Estaban presos?, ¿o en realidad eran dueños de la cárcel? ¿dormían?, ¿o en realidad tenían todo el día la cabeza ocupada para planear el escape?, ¿había control?, ¿o el control lo tenían ellos?, son muchas las preguntas que poco a poco se esclarecen.
Exigimos una táctica eficaz y eficiente para el día después de cambiar la arrogancia y el arrepentimiento, por trabajo arduo que le dé resultados positivos a la comunidad.
Parece que los grandes escapes se han puesto de moda, documentales, series televisivas, películas, pero sobre todo en la vida real, sólo que con un final muy distinto al de las películas, en donde se les encuentra y se les juzga.
El problema tendrá que verse de fondo, es decir, desde la raíz, y no sobre las ramas. Valdrá la pena proponer que a todo reo se le inserte algún brazalete o chip rastreador, sería una de las muchas cosas que faltan por mejorar en un Cereso, aunque la más importante sea, que no exista sobrepoblación. Perdón, creo que conté algún capítulo de una serie de cienciaficción, pero dentro del paquete de reformas, sin duda tendrá que haber aquella que se refiera a los centros de readaptación social.
Armando Fernández Puentes.
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‘Así o más terrible’
El sábado 15 de septiembre en “nuestra” ciudad desde las 7 de la mañana se mantuvo bloqueado el libre tránsito en aproximadamente 40 manzanas del principal cuadro de Torreón. De Presidente Carranza a Mariano Abasolo y de Ildefonso Fuentes a Cristóbal Colón; con muchas patrullas, decenas de agentes, con vallas en la bocacalle y con cordones plásticos amarillos remendados, se trastornó, bloqueó y desquició el tráfico.
A las 13:26 pm pregunté al agente-chofer que estaba chupando una paleta arriba de la patrulla V09 atravesada en Colón y Abasolo qué por qué no avisaban, que cómo manejarían ese caos y que por qué hacían eso... y la respuesta fue: “Ya que anda de metiche, es por orden de Olmos”.
Así, o más terrible. ¿Los ciudadanos no contamos para ese señor? Las instituciones y empleados que pagamos con nuestros impuestos están en nuestra contra? Los ciudadanos, aunque con cierto temor, empezamos a cuestionar para actuar.
Gerardo Ibarra Solís,
Torreón, Coahuila.