Al rescate de los valores
Pues nuestra nación se incendia de más crímenes y cada vez más espeluznantes.
El destino nos está alcanzando con una aterradora deshumanización producto de la pérdida de valores.
De lo cual pues todos estamos conscientes, pero pocos muy pocos hacen algo al respecto.
Creo que todos podemos empezar con un valor de trascendental importancia: El respeto.
Somos una sociedad que nos sentimos vejados a veces con mucha razón por nuestras instituciones y en todas nuestras expresiones cotidianas -usted coincidirá conmigo- expresamos puros conceptos de desaprobación a todas nuestras instituciones empezando con el gobierno, iglesia, maestros, policías, etc.
Y agarramos parejo. Esta falta de precaución al lanzar criticas aún con razón está produciendo sobre todo en los jóvenes un sentimiento de que todo está perdido y que los valores son únicamente para los tontos.
Sin darnos cuenta que nuestras instituciones son la estructura que soporta nuestra forma de vida y que si se vienen abajo pues adiós nación.
En un razonamiento serio y objetivo debemos percatarnos que en todas las instituciones hay personas rectas y trabajadoras comprometidas verdaderamente con su trabajo y la sociedad.
Todas nuestras instituciones han sufrido en mayor o menor medida un extraordinario desprestigio a causa de algunos verdaderos traidores a la correcta práctica de sus responsabilidades.
Bueno sería que como personas cada uno demos el justo reclamo a lo reclamable y defendamos lo defendible de cada institución y debemos estar conscientes que las personas que forman cada institución son en su gran mayoría honorables y están entregando su mejor esfuerzo a veces heroico al servicio de la Patria o sea nosotros y nuestras familias.
Así que por nuestro propio bien expresemos también a diario nuestro reconocimiento a los buenos que los hay y son mayoría: buenos policías, buenos gobernantes, buenos militares, buenos maestros y buenos religiosos; con expresiones verdaderamente objetivas y reconciliadoras obtendremos el respeto que nos merecemos todos y aspiraremos así a una sociedad positiva y respetable.
Arturo P. Salas Juárez,
Torreón, Coahuila.
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‘Contubernio entre el PRI y onappafos’
Es increíble que ahora hasta el partido político PRI, sea cómplice de legalizar una cosa ilegal.
Me refiero a la noticia que leí hace unos días, en que ahora el PRI vaya a ayudar a los propietarios de carros “chuecos o chocolates” a que circulen libremente en el país sin pagar placas ni tenencias.
Sin embargo, hacemos gastos los que tenemos automóviles nacionales y con todas las de la ley.
Hasta dónde llega el PRI para ganar votos en futuras elecciones, se observa inmediatamente la corrupción.
¿Qué no existen autoridades que impidan este asunto ilegal?, y ¿por qué un partido político se presta a este fraude fiscal?
Francisco Meneses Silva,
Ciudad Lerdo, Durango.
