Ruleta mexicana
Por los graves riesgos que representa para los mexicanos la situación actual de violencia y anarquía -esto último, es tema poco abordado y mucho menos reconocido por autoridades y sociedad civil- equivale para la población jugar a diario una verdadera ruleta rusa a la mexicana en la mayor parte de nuestro territorio.
En él se encuentran comprendidas 12 ciudades registradas en el nada envidiable catálogo de las 50 más peligrosas del mundo, fenómeno que prevalece por desgracia en casi toda nuestra geografía, quedando libres del flagelo muy pocas regiones que son verdaderas excepciones que hasta el momento se encuentran gozando de relativa paz y que por desgracia no se vislumbra hasta el momento ninguna garantía o razón de peso que sustente que continuarán disfrutando de ese preciado y añorado estatus.
Verdaderos peligros corremos los ciudadanos -que muchas veces por la fuerza de la costumbre ni nos percatamos- en la cotidianidad de nuestras vidas: la posibilidad de encontrarnos en medio de una balacera por enfrentamiento, de sufrir un asalto con violencia, un secuestro, una extorsión, allanamiento de morada, etcétera.
Así como otro tipo de riesgos y accidentes derivados de la anarquía generada por la gestión de una irresponsable administración pública y autoridades permeadas por la corrupción, a quienes nada les importa el bienestar del pueblo, situación que aprovecha un alto porcentaje de la población, que sin conciencia plena, cree “disfrutar” de un nefasto libertinaje sin considerar el inminente efecto boomerang.
De manera sistemática leyes, normas y reglamentos son violados a raudales impunemente por gobernantes y gobernados, lo que conlleva al extremo de que los individuos vivamos al filo de la navaja arriesgando nuestras vidas y la salud ante la posibilidad también, entre otras calamidades, de sufrir en cualquier momento un “accidente” de tránsito -evitables como la mayoría- tanto en nuestras ciudades como en carreteras donde se carece de vigilancia y patrullaje, por lo que conductores inexpertos, ebrios, dopados y en ocasiones verdaderos psicópatas a quienes se expiden licencias sin previa evaluación por una módica gratificación o por error de procedimientos quienes se convierten atrás un volante, en verdaderos asesinos.
La esperanza, aunque muy débil, de se genere un cambio con las nuevas autoridades federales y estatales está vigente, y como siempre... muere al último.
Francisco Benavides Beyer,
Cuernavaca, Morelos.
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Ciudad de baches
La ciudad de Torreón está llena de baches, por donde miles de automovilistas pasamos y dañamos nuestros vehículos, sin que nadie haga algo por resolverlo.
No importa que estemos en una colonia de tal o cual sector, ni tal bulevar o calzada, siempre encontraremos varios baches que además, ponen en riesgo la seguridad de los peatones y demás conductores. Empleados y funcionarios del Municipio, pónganse a trabajar, pero ya.
Saúl Mendoza,
Torreón, Coahuila.
