El Sr. ‘P’
Lunes por la mañana, llegó el Sr. “P” a su oficina, de inmediato su secretaria le arrimó café y periódico mientras que su secretario particular entraba con un montón de carpetas.
-Señor “P”, buenos días. Le traigo las solicitudes de la semana, ya ve que los lunes son para revisarlas y darles una respuesta.-dijo atento aquel hombre.
Continuó. -Los vecinos de las Dalias piden agua, desde hace un mes no les llega de la noria.
-Mándeles dos pipas con cargo al Sideapa.-rumoró el funcionario.
-Los de la Tierra y Libertad no están de acuerdo con el alza del predial.
-Que se los condonen.
-Los policías quieren cuernos de chivo, chalecos antibalas, pistolas, balas, camionetas, motos y mejor salario para proteger a la ciudadanía.
-Que se los den.
-Los soldados quieren otro cuartel, en el que hay ya no caben y como cada vez llegan más.
-Que se los hagan.
-Los federales piden lanzacohetes, nuevas patrullas, granadas, lanzagranadas, guantes, viseras, cascos, rodilleras, coderas y nuevos uniformes para estar a la par del crimen organizado.
-Que se los compren.-dijo sobriamente.
.-Los marinos ya no quieren comer sólo sopa instantánea, ¿que si les podemos organizar unas carnes asadas?
-Organícenselas.
-Los vecinos de Las Margaritas solicitan permiso para poner una valla para protegerse de los robos de autos, asaltos y robo de viviendas a mano armada en ese sector.
El hombre aquél dejó de leer el periódico, lo arrojó sólo para mirar con extrañeza a su subalterno y gritarle en la cara.
-¿Qué, qué?.-por ningún motivo los dejen, aquí no estamos para cumplir caprichitos.-¿cómo que una valla? ¿Delincuencia?, ¿cuál delincuencia? Me hace favor de enviar de inmediato las patrullas y a la policía de a pie, a la montada, a la sentada, a la bancaria, a la industrial y a todas; recójanles sus vallas, aplaquen a los líderes, que nadie está por encima de la ley.
-Sí señor “P”.-dijo el secretario.-pero ellos pagarán todo eso.
-¡No señor!, aquí no vive Santa Claus para que le manden sus cartitas; me desecha esa solicitud y todas las que se le parezcan, ¿vallas a mí?, ¡qué poca..!
Al salir el secretario no pudo dejar de preguntarse a sí mismo. Si todo esto que le pidieron lo autorizó con cargo al erario ¿por qué esta obra que iban a pagar los vecinos, no?
Luego se dijo.-a lo mejor, no es tan importante que los vecino se quieran proteger, para eso está el ejército, la federal, la marina, la policía, la de a pie, la sentada, la montada, la bancaria, la industrial, etc, etc, etc.
Miguel Gerardo Rivera,
Gómez Palacio, Durango.