Senderos
He sido invitado en tres ocasiones a las reuniones públicas que algunos vecinos de Residencial Senderos organizan con la finalidad de transmitir la problemática de las cerradas que lo integran, noto en ellas que impera la apatía por parte de los vecinos de ese lugar en virtud de que no acuden, como sucede en otras colonias, y mucho menos ayudan con propuestas tangibles a la solución de las situaciones que afectan a casi dos mil familias.
He de reconocer cómo unos cuantos vecinos de las colonias populares a la voz de ¡ya! están prestos a las convocatorias de sus líderes para acudir a la presidencia y en unas cuantas horas obtener, si no todo, gran parte de lo que necesitan: descuentos en recibos de agua, predial, colocación de lámparas para el alumbrado público, drenaje y la condonación de algunos otros impuestos a cambio si, de seguir votando por a un partido que cobija a la actual administración, fallida por cierto, de Torreón, Coahuila.
En Senderos existen irregularidades, unas a la vista y otras ocultas que empiezan a afectar la seguridad, convivencia y el progreso de este sector habitacional; como el proyecto de la creación de un mall y que por la inseguridad se redujo a tan sólo un centro comercial que dista muchos del megaproyecto que se tenía en mente.
Las fallas constantes en el alumbrado público, el descuido de las áreas verdes en camellones que sólo existieron ahí cuando las constructoras buscaban vender sus casas, la deforestación producto de las heladas, el todavía incipiente ambulantaje, pero que puede detonar si no se pone freno, especialmente el freno del consumidor que alienta con su compra esta práctica, la cordonería destruida por los borrachos que toman como pista el bulevar a altas horas de la noche y la pérdida de algunos arbotantes causa efecto del alcohol y que no han sido repuestos, los lotes baldíos, que ya tienen propietarios y a los que no se les obliga a limpiarlos, generando que los peatones tangan que bajar del cordón de la banqueta por la maleza que invade el espacio peatonal, más la basura que en ella suele atorarse. En verano la falta de agua potable se hace evidente hasta por días sin poner una solución final al problema, etc., etc., etc.
Pero mientras esto pasa y el fraccionamiento se deteriora gradualmente, los vecinos desatienden los llamados a organizarse y prefieren seguir en su caja de confort mientras que su entorno se les viene encima.
Aún quedan constructoras en el área que pudieran coadyuvar al mantenimiento del pavimento pues son sus pesadas unidades las que más lo han dañado.
Siendo Senderos unas de las 185 colonias que sufrirán los estragos de la alza de impuestos para el próximo año pues el ayuntamiento la califica, sin poner su parte, como de alta plusvalía los cobros serán inmisericordes recibiendo a cambio sólo un número en el 073, a donde se hacen los reportes sin obtener respuesta.
Colonias residenciales de mayor antigüedad en Torreón han decidido organizarse en un frente para entre todos y con su experiencia abocarse a responsabilizar a cada quien con lo que le toca y no generar sólo espectadores que se sientan a mirar y ayuntamientos sordos a sus demandas y así como vecinos buscar no sólo conservar lo que ya se tiene sino mejorar para ofrecerlo a sus hijos y en comunidad.
Hoy el mantenimiento de las cerradas corre por cuenta de los vecinos que pagan sus cuotas mensuales aunque algunos también ahí nadan "de a muertito" y se columpian vilmente pues no han leído el documento emitido por el congreso de Coahuila en 2011 que dicta cómo se debe vivir en las cerradas y lo valioso que es su aportación para el sostenimiento interno.
Ojalá que en Senderos se mueva la inquietud de participar atendiendo los llamados en el kiosco a la entrada del fraccionamiento.
Miguel Gerardo Rivera,
Torreón, Coahuila.
