Viviendas
En Torreòn, diez mil viviendas sin venderse. El auge de la construcciòn de viviendas en los ùltimos años, fue estimulado por varias causas, entre ellas destacan: el abratamiento de las materias primas y de la fuerza de trabajo, que en la industria de la construcciòn es numerosa, porque todavìa no se inventan màquinas que hagan casas; lo que significa que la inversiòn en capital fijo es pràcticamente ìnfimo; por ello no se requieren grandes capitales para participar en esta rama industrial.
De esta forma la concurrencia de pequeños y medianos capitales encontraron el espacio adecuado para su inversiòn productiva; inversiòn recuperable en el mediano plazo, con la consiguiente obtenciòn de los beneficios acordes con la magnitud de los capitales invertidos. Aquellos buenos tiempos ya pasaron.
Hoy, el sentido comùn dice que hay una abundancia de viviendas, pero dìficilmente nos orienta a que expresemos, que la hay, porque se produjeron anàrquicamente estimuladas por la obtenciòn de ganancias.
En efecto, en tèrminos ecònomicos y mercantiles existe esa abundancia, màs en tèrminos de bienestar social existe, por el contrario, un grave dèficit de vivienda digna fuera del alcance de decenas de miles de torreonenses, los cuales siguen habitando en verdaderas pòcilgas; mientras lo irracional del règimen capitalista nos muestra, sin rubor, como una crisis de la vivienda se expresa en la abundacia de vivienda.
Así es, las crisis en el capitalismo son de abundancia, de anarquìa en la producciòn; los capitalistas producen riqueza material porque es el ùnico medio de obtener ganancias; satisfacen necesidades humanas, en la medida que èstas les proporcionan beneficios empresariales, es decir, en la medida en que es negocio satisfacerlas.
Viene el tiempo de frìo, repito, miles de niños y ancianos de la periferia le haràn frente casi a la intemperie, en tanto, diez mil viviendas vacìas se echan a perder; màs que injusto, esto es irracional. Hace tiempo que el capitalismo perdiò su racionalñidad històrica; sobrevive, es cierto, pero sòlo como algo contingente.
Moctezuma Escobedo Hernández,
Torreón, Coahuila.
Semáforos mal sincronizados
Los emáforos de los cruces entre buleva Diagonal Las Fuentes y Paseo del Campestre, están muy mal sincronizados.
Es importante que el Municipio los arregle, pero mientras tanto, mande a oficiales de Tránsito y Vialidad, para que mejore la circulación.
Con el paso de los camiones de ruta y las salidas de un centro comercial, se entorpece todos los días el tránsito de vehículos y provoca desesperación de los automovilistas.
Y así como está este cruce, hay muchos por la ciudad que en lugar de agilizar el tránsito, lo demora. Ojalá pronto las autoridades resuelvan este problema.
Jorge Reyes,
Torreón, Coahuila.