"Tómame una foto", suele ser una frase conocida por todos, y aunque lo hemos hecho, pocas veces reflexionamos acerca de la importancia de este tema y de las funciones que cumple este medio de expresión.
Sergio Antonio Corona Páez, maestro y doctor en Historia, actualmente Director del Centro de Investigaciones Históricas, Juan Agustín de Espinoza, destaca la importancia de la fotografía como documento y herramienta de investigación social. Al respecto, comenta, "¿Qué le podemos preguntar nosotros a una foto? Eso es algo que se va aprendiendo con el tiempo. Es como aprender a leer, pero imágenes en lugar de textos."
En la opinión de Nicolás Papadakis Sosa, fotógrafo profesional y profesor, nos falta mucha educación cultural. "Muy poca gente tiene la capacidad de apreciar el trabajo artístico. La gente se deja llevar por los colores o elementos llamativos al ver fotografías, pero en lo que respecta a la apreciación artística todavía estamos en pañales. Necesitamos estimular la sensibilidad desde muy temprana edad para interesar a las nuevas generaciones."
A través de la fotografía capturamos imágenes que dan prueba de hechos de los que queremos dejar testimonio. "Una foto es una selección de la realidad que se desea resaltar", explica el doctor Corona.
Al hablar de este tema surge el concepto de analfabetismo visual, que se refiere a la falta de comprensión de los elementos que componen una imagen, y de los mensajes que se transmiten a través de ellas.
Entonces, ¿cómo podemos convertirnos en lectores de imágenes, en lugar de ser sólo espectadores? Al hablar de este punto, Sergio Antonio expresa que se pueden hacer muchos tipos de lectura; una sería de carácter artístico, otra como elemento gráfico a partir del cual se puede reconstruir un contexto. Otra lectura sería de carácter anecdótico o documental. Es necesario contar con categorías de análisis, pues la fotografía es un símbolo, una imagen de otra cosa que es la realidad.
En lo que respecta a la región, ¿podemos hablar de una memoria histórica visual en Torreón? Para Sergio Antonio, no existe propiamente una. "Hay ilustraciones de libros con fotografías que ya están en el imaginario torreonense, pero quizá la memoria visual sea algo por construir más bien. Hay que reunir las fotografías, interpretarlas, catalogarlas y después usarlas", propone.
Entonces, ¿podemos pensar que México, como país, cuenta con una memoria visual? Sergio Antonio responde: "Sí, hay lugares como la Cineteca Nacional, donde las imágenes han sido muy bien preservadas. A través del material cinematográfico hemos creado construcciones que identificamos con lo mexicano. Pero, la memoria visual es algo que está por hacerse."
Tomando en cuenta lo anterior, ¿qué hace falta en este ámbito? Nicolás Papadakis expresa que es necesario promover la cultura a través de actividades como talleres, para ir educando la apreciación. "La formación cultural ayuda a crear ciudadanos con mayor conciencia social y calidad humana", enfatiza el fotógrafo. Por su parte, Sergio Antonio, dice que lo que tenemos que hacer es comenzar. "Si queremos tener un imaginario y una historia visual, necesitamos contar con materiales", declara.
Nicolás Papadakis, expresa que podemos ir promoviendo la difusión de la cultura, para que más personas se sientan interesadas en adquirir conocimientos que les permitan apreciar las manifestaciones artísticas, y esto se logra a través de exposiciones, conferencias y talleres referentes a estos temas. "Gracias a documentos como la fotografía tenemos memoria de cómo ha ido evolucionando nuestra ciudad; observamos cómo eran las construcciones, cómo se veía la gente."
En Torreón, contamos con centros de investigación histórica, como el Juan Agustín de Espinoza, donde hay una colección de 8,000 fotografías y 40,000 negativos.
Las fotografías son documentos que reflejan realidades sociales. Aprendamos a leerlas y reconozcamos la importancia de saber interpretar los elementos que las componen. Sobre todo, no olvidemos que se trata de un registro visual irrepetible de un espacio y tiempo determinados.
