Durante los tres últimos años, los fabricantes de explosivos de Al Qarda en Yemen han desarrollado tres artefactos diabólicamente ingeniosos en la esperanza de atacar aviones en el espacio aéreo de Estados Unidos.
En primer lugar estaba la bomba oculta en la ropa interior de un atacante suicida, que no llegó a estallar en un vuelo sobre Detroit en la Navidad de 2009. Después, los terroristas ocultaron explosivos en cartuchos de impresoras y los despacharon en aviones de carga en 2010, sólo para ver cómo las autoridades los detectaban y desactivaban.
Y el mes pasado, Al Qaeda diseñó una nueva bomba no metálica para llevar oculta entre la ropa e inadvertidamente se la entregó a la CIA, dijeron las autoridades.
El supuesto atacante suicida, el hombre al que Al Qaeda confió su nuevo explosivo, era realmente un agente doble que trabajaba para la CIA y las agencias de inteligencia saudíes, revelaron las autoridades el martes. En vez de subir a un avión con la bomba en los calzoncillos, la entregó al gobierno de Estados Unidos y propinó un nuevo revés a Al Qaeda.
La notable operación de inteligencia fue confirmada por funcionarios estadounidenses y yemeníes que fueron informados sobre el episodio y que hablaron con la condición del anonimato por no estar autorizados a formular declaraciones sobre el asunto.
El FBI sigue analizando el explosivo, pero los funcionarios ya lo consideran más perfeccionado que el de Navidad. Este nuevo artefacto contiene acida de plomo, una sustancia química confiable como detonante. Después del fracaso del ataque de 2009, Al Qaeda usó acida de plomo como detonador en el atentado de 2010.
Los procesos de control de seguridad en los aeropuertos estadounidenses seguían sin cambios pese al complot.
ATAQUES
De Al Qaeda ha burlado Estados Unidos.