La fractura de cadera es muy frecuente en ancianos, por lo que autoridades instan a tomar las precauciones necesarias para evitarla, pues el daño producido puede ser grave. INGIMAGE
Con un promedio de cinco ingresos diarios, la fractura de cadera es un importante motivo de atención de urgencia en el adulto mayor, señaló el director del Hospital General de Zona (HGZ) No. 89 del IMSS en Jalisco, Raúl Orozco Aceves.
Indicó que debido a que en la mayoría de los casos los ancianos padecen también diabetes, hipertensión o insuficiencia renal, se instauró la ortogeriatría, como una herramienta para procurar que tras una fractura de este tipo, la recuperación sea más expedita y efectiva.
De hecho, dijo, con esta estrategia, ese nosocomio ha logrado mejorar con mucho los estándares internacionales, en torno a la fractura de cadera, como motivo de mortalidad en personas de la tercera edad.
Sin embargo, con el establecimiento de esa especialidad, el HGZ 89 modificó ostensiblemente este pronóstico: “tenemos mucho menos del 20 por ciento de muertes en ese mismo lapso”, destacó el médico.
Lo que pasa, explicó, es que al margen de resolver el problema quirúrgico del paciente, se le hace una evaluación integral de su salud y se estabiliza de los padecimientos crónicos que lo afectan, para que llegue en óptimas condiciones a su operación.
Añadió que, además, se han tenido logros importantes en cuanto a la funcionalidad con que quedan los pacientes, después de someterse a la cirugía.
“Nosotros medimos la funcionalidad en cinco grados”, de manera que una persona al momento de fracturarse puede perder un punto tras la recuperación, pero con la ortogeriatría esta disminución de capacidades también se ha mejorado, detalló.
Comentó que con esa nueva herramienta, solamente el 30 por ciento de los adultos mayores sometidos a cirugía por fractura de cadera, baja un grado de funcionalidad, es decir que la inmensa mayoría, la conservan íntegra.
Afirmó que si bien, los avances médicos y quirúrgicos facilitan un buen manejo y en consecuencia una rápida reintegración del adulto mayor a su actividad luego de la rotura de la cadera, lo mejor es prevenirla.
“La práctica diaria de actividad física, en la medida de las posibilidades del abuelito, ayuda bastante a tener músculos y huesos más fuertes y reducir el riesgo de fracturarse”, dijo.
“Por otro lado, es importante no utilizar tapetes u otros objetos, con los que el anciano pueda tropezar y caer en su domicilio”, concluyó.