El gobierno de Francia redujó hoy a la mitad sus previsiones económicas para 2012, al ubicar el crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) en 0.5 por ciento, en relación al 1.0 por ciento previsto inicialmente.
La revisión fue anunciada esta tarde por el primer ministro francés, François Fillon, en un conferencia de prensa, un día después de que el presidente Nicolas Sarkozy anunció el plan de nuevos impuestos que para impulsar la economía de Francia.
“Esta revisión permite tomar en cuenta el deterioro de la situación económica", explicó, tras destacar que la corrección tendrá un impacto en el presupuesto de unos cinco mil millones de euros, según un reporte de la televisión France 24.
Después de los dos planes de rigor adoptados el pasado año, el presupuesto tan prudente que construimos permite absorber los cinco mil millones de dólares, sin pedir esfuerzos suplementarios a los franceses, destacó.
"Esta reducción de los ingresos se ve compensada por los buenos resultados del déficit en 2011", apuntó el jefe de gobierno francés, tras anunciar que el próximo 8 de febrero presentará al Consejo de Ministros un presupuesto rectificado.
El nuevo presupuesto incluirá además las medidas anunciadas anoche por Sarkozy por televisión nacional, entre ellas el incremento al Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la a aplicación de la tasa sobre las transacciones financieras, que entrarán en vigor en agosto próximo.
La cantidad perdida, agregó Fillon, también se verá compensada a otras medidas, como la anulación de créditos por valor de mil 200 millones de euros, la aplicación de la tasa de transacciones financieras de 1.0 por ciento, que aportará unos 500 millones de euros.
Además de una mayor recaudación del impuestos a quienes tienen grandes fortunas, sobre la renta y la lucha contra la evasión fiscal, subrayó tras expresar su confianza en que la economía se reactive durante el primer trimestre del año, con el repunte de la zona euro.
En opinión del primer ministro francés, el crecimiento de la econompia francesa y de los país de la zona euro debe reactivarse, gracias a las decisiones adoptadas desde diciembre por los Estados y el Banco Central Europeo (BCE).
"Sabemos que hay resistencia en Europa y por eso queremos tomar la delantera con un dispositivo para demostrar a los reticentes que es factible, que no tiene un efecto perverso sobre la economía y que se puede dar una respuesta a los excesos de las finanzas", concluyó.
