Lanza amenazas. El nuevo mandatario asegura que tiene el apoyo de la Iglesia católica y una buena parte de la ciudadanía.
Aislado por sus socios suramericanos, el Gobierno de Federico Franco en Paraguay amenazó con abandonar la Unasur, al tiempo que intentó tranquilizar a la ciudadanía al bromear con que se "ahorrará" dinero en cumbres regionales.
En un comunicado, la Cancillería reaccionó a la decisión adoptada ayer por la Unión de Naciones Sudamericanas de suspender a Paraguay temporalmente, decisión idéntica a la adoptada poco antes por el Mercosur en una cumbre conjunta en Mendoza (Argentina).
El Gobierno de Paraguay calificó de "ilegales" ambas suspensiones, aunque sólo hoy respondió a la de Unasur con la amenaza de evaluar, "conforme a sus legítimos derechos e intereses", su continuidad en el bloque, creado en 2008 pero con existencia jurídica sólo desde marzo de 2011. Con respecto al Mercosur, fundado en 1991 por Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay, la Cancillería dijo ayer que la suspensión "carece de validez formal" y que "promoverá las acciones que correspondan para dejarla sin efecto", al tiempo que deploró el ingreso de Venezuela al obviar la ratificación pendiente del Senado paraguayo.
La exclusión de los dos bloques, que rechazaron el vertiginoso proceso legislativo que derivó el día 22 en la destitución de Fernando Lugo y la toma del poder por parte de Franco, se mantendrá hasta las elecciones en Paraguay, previstas el 21 de abril de 2013.
Con nueve meses por delante para enfrentarse al electorado, Franco tendrá que demostrar que su Partido Liberal, en el poder por primera vez después de siete décadas, es capaz de gestionar el país incluso en el aislamiento.