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Frío y bello I

BELLEZA

Frío y bello I

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Dra. Mayela Villarreal Reyes

El descenso en la temperatura puede traer una serie de ajustes en diversos ámbitos. Lo malo es que para algunos representa un cambio nada atractivo: reemplazar el cuidado personal con la falta de higiene. Es básico distinguir que el frío no está peleado con la buena imagen.

A quienes gustamos de tener una presencia agradable, el tiempo de calor prácticamente nos obliga al baño diario, para evitar el mal olor provocado por la sudoración y mantener el cabello limpio, o deshacernos del polvo que se nos pega al traer el cuerpo expuesto por la ropa ligera. Pero además de esa higiene básica, la generalidad de las personas utilizamos cremas, humectantes, nos arreglamos las uñas de pies y manos. En las mujeres parte de la rutina radica en la buena depilación de axilas y piernas, mientras que los hombres muestran una cara bien rasurada o una barba bien definida.

Todo lo anterior es tan habitual que no lo notamos, es algo automático. Sin embargo, cuando cambia el clima y empieza a descender la temperatura se desata un fenómeno que influye a algunos hombres y mujeres de manera drástica. Se trata de una especie de ‘hibernación negativa’ pues el frío pareciera activarles un chip que elimina el cuidado de la apariencia y más aún, del aseo corporal. Dejan de bañarse, al menos con la debida frecuencia, a menudo argumentando aquello de “la cáscara cubre al palo” y por lo tanto con la ducha diaria se exponen a enfermarse y que si entran cada día a la regadera morirán congelados. Esto desde luego es un tremendo error que daña la imagen e incluso la reputación de esos individuos.

VIEJA SUCIEDAD

La pelea entre el frío y la higiene no es nueva; hace apenas unas décadas no se contemplaba el aseo diario, ni se relacionaba la poca limpieza con que uno fuera menos bello. Todavía a mediados del siglo pasado era común que la gente se lavara únicamente cara y manos, y para contrarrestar el mal olor recurriera a perfumes. Sólo se bañaban cuando estaban enfermos o bien en ocasiones muy especiales. Y si las personas no acostumbraban recurrir al agua y al jabón ¿crees que les preocuparía depilarse?

Esto resulta curioso pues para los antiguos griegos y romanos los baños tenían gran relevancia. Sería interesante saber en qué parte de la Historia se dio esa transición tan poco aséptica. Afortunadamente el paso de las décadas y los descubrimientos de la ciencia médica relacionaron la falta de higiene con las enfermedades y trajeron consigo una positiva revolución en el aseo que, como plus, benefició también la imagen.

FUERA PRETEXTOS

Mantener la higiene durante los 365 días del año requiere tener el hábito del aseo corporal y una rutina de belleza constante.

A quienes sienten mucho el frío y por ello rehúyen a la ducha, les ayudará contar con las instalaciones adecuadas. Es aconsejable tapar todas las corrientes de aire para que la casa se conserve cálida; y desde luego, hay que ahorrar para instalar un sistema de calefacción; un tip es adquirirlo durante el verano, cuando están más económicos y así se acaban los pretextos.

La puerta del baño debe cerrarse adecuadamente a fin de que no haya corrientes de aire y al salir de la tina o regadera no se sienta muy brusca la diferencia de temperatura. También es útil usar este espacio como vestidor, es decir secarse, aplicar las cremas, cortarse las uñas y cambiarse ahí mismo, salir ya con el atuendo puesto.

Evitar el frío al rasurarse o depilarse es fácil: basta con hacerlo por la noche, cuando ya no se va a salir. Aquellos hombres que deseen lucir una barba invernal, precisan traerla bien delineada. Si eres mujer y crees que no usar falda ni vestido es excusa para dejar tus piernas llenas de vello, piénsalo dos veces; siempre habrá alguien que quiera admirarlas, ¿no lo crees?

QUE NO TE HUYAN

Si tienes pareja recuerda que no se vale ser egoísta, piensa en él o ella y vigila tu higiene. El amor entra por los ojos; más aún, esa química de la que se habla existe y funciona por vía olfatoria, así que si emites un olor desagradable puedes arriesgar tu relación.

Cada quien es responsable de su aspecto; si una mañana las condiciones climáticas son realmente extremas, es posible (aunque no muy recomendable) recurrir al ‘baño en seco’ como una alternativa para estar presentable en la escuela o el trabajo. Este método se lleva a cabo por fricción, con talco de origen mineral, aplicándolo en todo el cuerpo y luego se remueve con una toalla seca. Es una técnica que reseca la piel, por lo cual enseguida hay que aplicar una crema humectante. Otra opción es calentar toallitas húmedas en el microondas y realizar con ellas una limpieza general, la cual puede ser más efectiva en comparación con el talco. No obstante, ambos son procesos incómodos y poco prácticos; si siguen vigentes es porque hay quienes los sugieren para los bebés, sobre todo cuando están enfermos.

Indiscutiblemente, nada sustituye a una ducha con agua, jabón y aplicación de champú. La higiene es cuestión de hábitos y estos se forman con voluntad. De cada uno depende superar el frío para gozar las ventajas de un cuerpo sano y bello, en lugar de oler mal, tener el pelo y la cara grasos, el cuerpo reseco y peludo, las uñas largas como garras...

Es verdad que en otras épocas los rituales de pulcritud y belleza eran deficientes. La gente tal vez estaba acostumbrada a despedir aromas desagradables y a verse sucia. Pero ya evolucionamos. La prueba está en que contamos con un promedio de vida mayor y aunque esto pueda sonar dramático, el sólo hecho de mejorar las tendencias en el aseo personal ha sido un factor decisivo para lograr una humanidad más longeva. Y si vamos a vivir más, hay que hacerlo cuidando la salud y la apariencia.

A nadie le gusta convivir ni compartir el espacio con alguien que se ve mal y huele peor; precisamente con el invierno es común mantener las oficinas y aulas cerradas, con lo cual los olores se concentran más y si uno o más individuos se pelean con el baño, los ambientes pueden volverse insoportables.

Revisa tus rutinas invernales y haz los ajustes que creas necesarios para no desechar la limpieza. ¡Las buenas costumbres no cambian con el clima!

Correo-e: hebe.medicina.estetica.gmail.com

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